La "guerra de los medios"... batalla perdida, donde torció la puerca el rabo
Aquí si fue el acabose.
Es una pelea de tigre contra burro amarrado, contra gobernadores, contra
quienes desde los organismos centrales reparten entre las agencias la
publicidad oficial, contra la necesidad hecha costumbre mal orientada de leer
el diario, ver la TV, participar en la web o chismear con el vecino. Y no se trata de si el Sibci es bueno o malo
o si el ministro de Información fue la designación más apropiada para enfrentar
el monstruo… en el ámbito de las comunicaciones la lista de logros es larga y
no debidamente reconocida.
Si se publica con exactitud la cifra gastada en publicidad
en los periódicos y emisoras regionales por los gobernadores de la era Chávez,
un escalofrío recorrería nuestra columna.
Si se examina la evolución de la línea editorial de esos medios durante
los años de “financiamiento oficial”, veremos como el gobierno paga a precio de
oro las balas con que es fusilado cada día.
Desde el inicio del financiamiento hasta la fecha, han perfeccionado la
manera de mentir, omitir, desinformar, deformar, acomodar, presumir, soslayar,
calumniar, disfrazar, preferir, seleccionar y todo lo que termina en ar-er-ir
desventajoso para el Proceso que paga espléndidamente por ello.
El desequilibrio es patente en las noticias, y en la
opinión, cuando los periódicos regionales tienen “opinión”. En el caso de Mérida, hay uno con página de
opinión y el otro, el más vendido, no debe saber de qué va eso, pero cada
cuanto, en cualquier página, una columna de un chavista, que debe pagar por su
publicación. En el otro escriben en
cayapa todos los disociados y fracasados de Mérida, los alienados por la
ideología merideña o sus emisores; los más enfermizos anti comunistas (los hay
todavía), los que sufren de revanchismo por no haber podido volver a cargos
públicos donde medraron toda su vida; los hijos de padres revolucionarios
pasando factura por sus carencias infantiles; en fin, todo el zoológico de la
anti historia… salvo excepciones, que si no, no fuese regla.
De las emisoras “comerciales”, la mayoría patente, apenas
vale la pena conversar. Locutorcitos
que, después de complacer con el regatón más sonado, se sueltan a hablar como
cotorras parlantes, pestes del gobierno, el candidato o lo que constituya la
línea del día atacar. ¡Pobres! Con unas limitaciones de vocabulario y
cerebro, pero llegan donde ni pretenden llegar; como ajustados a “su
audiencia”, desde luego relacionada con el “estilo” de música que emitan o el
tema que suelen plantear. Así, todos los
programas se convierten en “de opinión” contra del gobierno en favor de la
oposición o su candidato. ¡Y los
noticieros! La selección de noticias la debe hacer GloboVisión.
Curioso, ni en lo escrito ni en lo hablado se ataca a los
“financiadores” regionales, pues sería poner en riesgo el bozal de rial, pero
lo que pase o funcione fuera de los límites del estado o municipio, es decir
todo el gobierno revolucionario restante, es atacable. Los regionales se acogen al principio
gomecista de “no ser nombrados ni para bien ni para mal”.
En cada reunión con autoridades se ha planteado que con lo
gastado en los medios opositores, se mantendría un periódico que, bien llevado
y mejor distribuido, podría lograr marcas de lectores, que gente hay para ello. Con sólo pensar en los numeritos, es difícil
no estar de acuerdo con eso ¡verdad!
¡cuánta razón! y las promesas van
y las promesas vienen y continúa el desangre y continúa el ataque y persiste la
compra de las balas de oro que llegan al mero corazón de Venezuela… y el mundo,
porque la selección en Internet de las notas internacionales es el bodrio más
asqueroso que se pueda seleccionar contra las causas de los pueblos y las
noticias contra Venezuela generadas en el exterior, lo que las hace
“internacionales”.
Como en el mundo, en Mérida los periódicos privados lo son
de intereses mafiosos-económicos, con intervención de testaferros y concreción
de imponderables que revolvieron el panorama de la propiedad. La constructora Manfredi y Velázquez Alvaray son
los protagonistas del comienzo de los enredos, hoy en boga, de la prensa
regional. Habrá tiempo para el cuento, y
también para el de la productividad de la colmena de periodistas bajo sueldo de
gobernaciones, asambleas y alcaldías revolucionarias.
Otro medio a considerar es la TV satelital y TV por cable. Asombra, pero a ojo de buen cubero, la
penetración de la TV satelital es alta.
Por ejemplo, en el campo, si subes de Bailadores a El Delgadito y
observamos las antenas son menos las
casas que no la tienen; así en el páramo y en centros urbanos. La mayor parte de estas antenas son de DIRECTV,
pero las de CANTV comienzan a aparecer y ya son más notorias que las de
Telefónica. En cuanto al cable, la
mayor distribuidora es Intercable, seguida de lejos por NetUno, pero en muchos
municipios del interior del estado, existen pequeñas empresas de
distribución. A qué se está expuesto con
ese montón de canales directamente en las casas, lo sabrán los expertos; lo que
aquí nos importa es que es la forma de colarse en los hogares GloboVisión y una
serie de canales tan podridos como este.
En el único medio donde puede haber una pequeña ventaja para
la Revolución, es Internet, por lo mismo que la hay en el plano nacional, o eso
parece. En tuiter, facebook, blogs y
portales hay una participación activa de una ciudad que hace unos años fue la
primera de Venezuela en uso de internet por habitante.
DESPERTAR Universitario, una realidad frustrada |
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También en aporrea.org
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