Por estas dimensiones, en el imaginario terrestre
Como sobrelleva la huella de los hombres
y deglute cualquier exuberancia inoportuna
en lo que frecuentemente desatina
lo mercadean como panacea
especie de Indias, mandrágora elemental
brote de vida
y nada más desacertado, y tramposo si se quiere
que su único merito es transcurrir, dejarse cabalgar por el vivir
y trotar o galopar según tus propias decisiones
Tanta ceremonia y parábola alrededor de su derrotero
que cuando lo comienzas a merecer, ya no hay satisfacción
ante él, fulminante, arrollador, pendenciero
¿Qué sentido tiene que te hable de lo que te empalaga
abotagado por tu presencia
¿Se trata de una oración irreverente
en una sempiterna misa negra
¿Es un linimento impuro para aliviar
la ausencia de paz y profusión de congojas y agonías
¿O es que introdujimos en las muelas de ese tiempo
inexistente
los estados de existir en estaciones de tu ausencia
Sea lo que fuere, qué más da
los sentimientos son mutantes y
moldeables por esa falsedad llamada tiempo
y no puede ser que te conviertas en leyenda
en profusión de partículas para alimento de memoriosos
de quienes viven en paz con su propia esencia
Es necesaria tu ausencia permanente
que es como decir es necesaria tu presencia indestructible
en el vientre reproductor de la cultura de los pueblos
¡Comandante
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