La "guerra de las pintas"... otra batalla perdida
La saturación del mensaje planteado en el artículo anterior (http://www.aporrea.org/actualidad/a165005.htm) debe contemplar las pintas callejeras. Hasta ahora, murales, grafitis y brochazos en muros se han limitado a repetir el contenido de los afiches y las consignas más trilladas, con mucha frecuencia realizadas con una estética lamentable. Faltas de picardía, de oportunidad, de filo, de ingenio, es decir, con escasa creatividad. ¡Y pensar que los tuiteros revolucionarios desperdician cantidad de lo que dijimos faltaba en los muros ciudadanos! Para situaciones concretas, su ingenio llega a producir hilaridad o por lo menos sonrisas cómplices.
Quizá el encargado de la información y propaganda en los
"comandos" regionales (mucho tiempo de respuesta para ser comandos)
considera subsidiario el tipo de mensaje que se trasmite desde los muros,
privilegiando el diseño del mensaje pagado en medios radicalmente
opositores y las declaraciones a periodistas –periolistos– que
tergiversan, minimizan o callan impunemente. Ni advirtiéndoles a tiempo
tienen respuesta inmediata (borrar y replicar) a los ataques arteros, calumnias
infames, burlas terribles con que los escuálidos atacan desde los muros...
ergo, la oposición nos lleva una ventaja hereje en eso de las
"pintas".
Siempre atento a lo que sucede en mi ciudad, en mi blog he
publicado varios ejemplos del uso de la oposición de los muros merideños, pero
antes, en la misma mañana de su aparición, ya he pasado la información de la
localización y contenido, para que procedan a anularlas. Pero nada, y quizá porque no le paran a los
correos-e, al tuiter, canales por donde pretendemos "acceder" a los
dirigentes encargados. De paso, que
acepten seguirte en tuiter los divos del gobierno y partido, es una concesión
espléndida, muy difícil de lograr... yo no he podido, y seguirte en tuiter es
la única manera de enviar mensajes “personales”, no visibles para el conjunto
de tuiteros. Cuando publique este
artículo en mi blog, lo acompañaré con el ejemplo de la foto de una valla
intocada desde hace unos 15 días, colocada en una zona de alto tránsito, a
pocos metros de un CDI y de un centro de rehabilitación, reportada en su
momento… la valla sigue surtiendo su perverso efecto.
Toda esta perorata para decir que, por lo menos en Mérida, la
"guerra de las pintas" es otra batalla perdida. La oposición
sencillamente se lució en pintas incisivas, letales, mata votos; mientras los
Revolucionarios mancharon paredes con consignas repetidas de otros medios,
vacías y falta de creatividad; desde luego, con excepciones.
Una información de un
pasquín regional que me causó risa y por poco serio no lo reseñé, fue la de un
adeco que declaraba que tenía el secreto de sacarle los votos populares al
chavismo, pero que en los ámbitos de la oposición no le paraban. Cuando
aparecieron unas pintas incisivas y letales, no sé por qué recordé lo que
interpreté como otra trastada adeca.
El artículo “En
Mérida, cortocircuito en dendritas de estrategas opositores: piensa coño”,
publicado en aporrea (http://www.aporrea.org/oposicion/a162760.html) lo llevé a mi blog (Historia para
Fundamentar http://www.frontinoso2.blogspot.com, entrada del 04/04) ilustrado con 28
fotografías de arremetidas contra la propaganda revolucionaria y pintas contra
Maduro y la Revolución. Además de las
expresamente difamatorias y ofensivas, la muestra recoge un conjunto expresión
de los problemas más sensibles (delincuencia, inflación y escasez) resumidos en
muy pocas palabras y montados en plantillas sin ninguna pretensión más allá del
mensaje, con las que embadurnaron las paredes de sectores de la ciudad.
¿Reacción del
comando? Ninguna, a pesar de que cuando
aún la pintura estaba fresca fueron reportadas y ubicadas. Unas cuantas fueron tachadas o modificadas,
pero sobreviven el resto, algunas de las más descalificadoras y casi todas las
que llevaban mensajes mata votos, porque nunca las consideraron así. ¿Qué debió hacerse? En la noche siguiente a las pintas (y el
mismo día, por qué no) desaparecerlas (una inversión en pintura muy rentable)
sustituirlas y mantener la zona bajo vigilancia (policial o ciudadana) las
noches subsiguientes.
En todo caso, la
oposición nos goleó en la “guerra de las pintas”. Pudiera hacer también un análisis del mensaje
de los murales revolucionarios y su inocuidad manifiesta, su dudosa estética
(repito, con sus excepciones), su alto costo
y demás pelusas; podría hasta ampliar el del “efecto” de las pintas sobre el
ciudadano que recorre cada día la misma ruta y está obligado a leerlas, los lugares estratégicos
de ubicación (ej. paradas de transporte urbano y lo que se ve desde ellas), pero
este no es un tratado de semiótica, sino un artículo para los muy inteligentes
lectores de aporrea y de mi blog.
Miren que no estoy
diciendo que esta fue causa decisiva de la erosión de votos, pero reforzó a
otras que sí, y que enfocaremos, una a una, en los próximos artículos.
¡Agámosle! |
(Más fotos relacionadas con este artículo, en la entrada del 04/04)
Agregado:
Este artículo lo estoy terminando en la oscuridad ocasionada por ¡OTRO APAGÓN! A mi sector (parroquia Lasso de la Vega) lo tienen azotado, el 1º de Mayo, uno largo, quizá programado; otros días arbitrarios, a cualquier hora, con diferente duración, también de los que duran menos pocos segundos, especiales para joder aparatos eléctricos. El único justificado, que sepamos, fue el de ayer, porque puedo dar testimonio de su causa: un faro (realmente una fara, nombre que en Gochilandia se le da a las zarigüeyas, rabipelados y afines) seguramente abrumado por una decepción amorosa o afectado por los mensajes terroristas de Coproles, se autosuicidó; se trepó a lo más alto de un poste, hizo corto y… ¡churruscado! Cables en el piso y electricidad interrumpida casi toda la mañana, mayor tiempo del necesario, porque atendieron la emergencia tarde.
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