Ayer, la altivez nos inundó
y fue por el eco atronador
florecido donde se puede cabalgar Norte y Sur
escurrido por laderas de volcanes
alzado, como el sol de cada día
por el cóndor inmortal
reconvertido en torrente de voz
para rebozar las tierras de diario batallar
de los hombres que lo volvieron a ser
conjuraron sus pesares
y aquí están
Y es que honrar honra, lo reafirmó Martí
para ubicarte en las certidumbres de la Historia
por pionero, por avizorador
por lobo solitario
cuando holgaba la manada
que hizo añicos los cepos del trampero mayor
¿Cómo no sentirnos realzados
enaltecidos, dignificados
si comulgamos contigo
y pasamos a integrarnos a tu Ser
Ayer fue un día de contento
de verdad
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