Hoy te cuento
que antes de ti, otro
y fue como rayo que me hendió la frente
tan de improviso
Ahora,
Alguien más se irá, sin perturbación, sereno
recíbelo Co-mandante
ya penetró su fe de roca y hiedra
caminará en derechura, vivaz, desenfadado
Y yo, con poco más de tres lunas de sobre vida
ya se me ahonda la oquedad de los suspiros
hasta el propio centro de la supervivencia
¡Ayayay! ¿Qué se res-quebraja en mi interior?
¿Gritaré como Job
mi aliento se ha agotado, se apagaron mis días
sólo me queda el cementerio?
¿Plañiré con Jeremías
ha cesado la alegría de nuestro corazón
se ha trocado en duelo nuestra danza?
Pero ¿ante quién? ¿ante qué espantajo?
En este amargor multiplicado
escojo recrearme en la frialdad impenetrable
y quedar convencido de la amistad entrelazada
y que a pesar de haberse ya resuelto las dimensiones
de la vida y sus orillas, la muerte y sus vecindades
esa sabiduría acumulada letra a letra, vida a vida
será compartida como calostro, como maná
y la nada parirá retozos
(DOCE)
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