Sobre la cruel realidad de las elecciones burguesas
y la pata más coja del PSUV-Mérida
Comienzo pidiéndoles a los lectores
que recomienden este escrito a amigos funcionarios del alto gobierno, esos que
no llegan a ser analfabetos funcionales porque están siempre interesados en
leer contratos. Generalmente viven del
cuento, es decir de la comunicación oral con quienes están a su alrededor, con
la misma visión e intereses porque son su engendro y, por tanto, con la misma
percepción perturbada de la realidad.
Renovarse teóricamente, crecer intelectualmente, sacudirse las gríngolas
que tiende a imponer el poder, sólo es posible con la lectura.
Tomo una travesía en los artículos que
estoy escribiendo sobre elecciones, obligado por los grafitis de Pascua que llaman a los chavistas al combate, invitación
sobrentendida que el Comandante hizo mucho ha.
Y lo que voy a afirmar no es exageración ni ganas de joder: la pata más
coja –que más que pata ya es muñón- del PSUV-Mérida, no es la sequía de
dirigentes, falta de cosecha que lo ha obligado a recurrir a la ingeniería
endogámica apoyada en cajitas felices –léase cajas CLAP- para reusar perdedores
de muchas batallas, sino la total inutilidad de esa gente que está enquistada
en la mal llamada APC-PSUV-Mérida, esa que perdió definitivamente la iniciativa
comunicacional en el estado cuando el portaviones Chávez dejó de sostener su
incapacidad y se puso al descubierto la trama de falsedades con que ocuparon
esa posición estratégica.
Este blog está lleno de críticas
serias y tempranas sobre las penurias de esa APC; sobre las desastrosas
campañas electorales, carentes de doctrina y elemental buen gusto, montadas
sobre consignas vacías que hacen avergonzar a todo quien conozca algo de
agitación, propaganda y comunicación, proceder que ha provocado que en ciertos
círculos me miren a la manera de gallina comiendo sal.
Los grafitis que cité al comienzo
fueron borrados la noche del lunes*, seguramente por el alcalde facho
que ha demostrado entender mejor el peo de la comunicación. Mientras sus asesores de campaña basaron la
propaganda que lo llevó a la alcaldía en dos mensajes básicos para la ideología
merideña, expuestos sistemática y coherentemente, la APC-PSUV desechó cualquier
mensaje doctrinario y los relacionados con los verdaderos problemas de la
ciudad (ni programa de gobierno estructurado presentó), y recurrió a consignas
huecas, de una pobreza comunicacional evidente: María pa´la alcaldía, Porque Mérida se lo merece fueron las dos
creaciones máximas. Pero donde torció la
puerca el rabo, fue en las elecciones para legisladores, donde el reguero de
neuronas de la APC quedó expuesta con su consigna estrella, la mamacita de
todas las consignas, Venga, mire, vea,
fulano pa´la Asamblea, además de que quien diseñó la propaganda gráfica parecía
enemigo a muerte de ese fulano, por el descuido y pésimo gusto que aplicó a su
elaboración. Es decir, hecha sin
doctrina ni estética; sin conocer la complejidad de la creación de consignas,
de generadores de opinión y de la importancia de mantener saturado el espacio
comunicacional.
Si se cree en elecciones, si es
necesario o se está obligado a recurrir a ese expediente inventado por la
burguesía para su salud y beneficio, hay que utilizar los métodos
comunicacionales propios de ellas o se está perdido. Es una locura colocar el futuro de una
candidatura revolucionaria en manos de quienes han demostrado una ignorancia
supina en los intríngulis, tecnología y recursos de la comunicación
contemporánea. Entonces, ¿por qué lo
hacen? ¿cómo se explica esa complicidad suicida? ¿por qué caerse a mutuas
mentiras? ¿por qué pensar que le están mintiendo al pueblo chavista? Yo lo
sospecho -la ignorancia sólo es una variable, pero me lo reservo para la hora
de las chiquiticas, cosa que no me produce placer, sino congoja.
Bueno, amigos chavistas, a prepararse
para la lucha, porque crisis la que viene y la guerra apenas está comenzando. A la calle mañana 19 y todos los días.
El tema de las elecciones burguesas continuará.
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