A TODA MARCHA A TODA VIDA
y las gracias del Banco Bicentenario
Pasaba por ahí y me detuve a observar la inutilización pública de armas requisadas en Mérida por distintos organismos policiales y susceptibles de serle aplicado tal procedimiento. Más que interesante el espectáculo. Dizque hasta un viceministro estaba presente entre la numerosa representación de instituciones, consejos comunales y curiosos de distinto pelaje. Se trataba de sesenta y cinco armas de diferentes tipos, en cuya inutilización participaron funcionarios y público, inclusive niños.
Entre las
armas había desde una moderna Beretta, de las reglamentarias de la PNB, hasta
facsímiles que sólo sirven para amedrentar.
Destacaban las armas “artesanales”, elementales pero de gran
singularidad, que denotan el ingenio puesto al servicio del delito (fotos en
Historia para Fundamentar: http://frontinoso2.blogspot.com)
¿Por qué
un organismo gubernamental siguen financiando la desinformación agravada y
ataques arteros sistemáticos contra el propio gobierno? Misterios de los negocios de gerentes de
publicidad de esos organismos que asignan los avisos a agencias que no diferencian
los medios donde la colocan, pero cobran completo y reparten dividendos.
El
mensaje al BANCO BICENTENARIO es que en lugar de ganancia de imagen lo que
riega con la actitud de financiar la prensa opositora es una profunda arrechera
y la animadversión de todos los revolucionarios que entienden el significado
político de tal acción. Que si quiere
hacer publicidad sobre sus logros y los de la “banca pública” (en el último
aviso la entrega al fondo de Eficiencia Socialista de 1.786 millones, que
pudieran ser más sin las dádivas a opositores), la hagan en los medios
alternativos o ayuden a financiar periódicos alternativos necesarios, urgentes,
posibles, pero que no han aparecido precisamente por falta de financiamiento.
¡Basta ya
de financiar la prensa opositora! Se
trata de una de las mayores incoherencias de la administración bolivariana, que
no puede continuar. Quien lo siga
haciendo entra en la lista de sospechosos de ejercer prácticas
contrarrevolucionarias para obtener beneficios políticos o económicos, ambos
detestables, ambos signos elementales de corrupción y como corruptos deben ser
tratados.
Enlace de este artículo en aporrea.org:
A toda marcha A Toda Vida y las gracias del Banco Bicentenario
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