Mariadela y el Tuiter que no tumba gobierno
Esta será una de las pocas veces que me he tomado a pecho un
artículo ajeno para matizarlo, quizá porque en el momento preciso de leerlo no
tenía otra cosa urgente que hacer, o quizá porque de la larga permanencia en
Tuiter siguiendo sólo a @chavezcandanga, de repente fui incorporando tuiteros
generadores de noticias, dirigentes revolucionarios que lo usan para informar,
y así, hasta caer en los grupos revolucionarios que tienen esa red social
virtual como espacio de militancia, total o parcialmente, y en la #TROPA
organizada recientemente. Cuando comencé
a usarlo en la promoción de mi blog, con muy buenos resultados por cierto, ya
estaba convertido en un voraz tuitero generador de opinión, vía de mis quejas a
instituciones, aliado de grandes causas, como la del viernes solicitando la
#LibertadAsiloPaJulianConrado, pero sin limitarme a reproducir la “etiqueta”,
sino reforzando el mensaje y justificando mi posición, y por esto voy a matizar
el artículo de Mariadela con conocimiento de causa.
Ese Tuiter que no tumba gobiernos, el Tuiter opositor,
generalmente artificioso y deshumanizado, fascista y proimperialista, pleno de
odio, bilis y terrores elementales, para calificarlo sólo superficialmente, no
es el Tuiter “venezolano”; no, es un segundón.
Importante o no (lo veremos más adelante), el territorio virtual del
Tuiter lo domina con ventaja, desde @chavezcandanga, el Tuiter “revolucionario”
que, llegado el caso extremo, tiene mayor poder de convocatoria. E igual de lejos llega que el opositor, a
pesar de las maniobras patentes de quienes manejan esa red social en el
País. Venezuela es el noveno país del
planeta en el uso de redes sociales pero hablaré sólo de Tuiter (12 o 13avo
país más activo en esta red social) porque a él se refiere el artículo que
estoy matizando.
Un sector muy grande de opositores están refugiados en
Tuiter desde mucho antes de la venta de GloboVisión; es tanto, que la salida de
Kiko generó en un solo día 90.000 abandonos de seguidores de @globovision que,
de paso, tiene aún, 2.329.549 seguidores (03-05, 9:00pm), rebajando
aceleradamente, un millón corto menos que Coproles (3.420.525, misma fecha y
hora) que, igual que otros opositores insignes, lo llenó con seguidores falsos
generados por compañías especializadas en venderte seguidores ficticios; y más
de un millón más que @NicolasMaduro (1.151.664), en crecimiento lento. @chavezcandanga conserva 4.214.307
seguidores. A la misma hora, el artículo
de Mariadela Linares ha generado 14 invitaciones a leerlo.
Efectivamente una de los efectos de la organización
reticular de Tuiter es reciclar mensajes y volver multiplicado al primer emisor
y a todos. Pero los mensajes generados
por los revolucionarios, por lo general tienen más alcance, a pesar de que
puede pensarse que ese no es el País, Tuiter no sube cerro y los campesinos e
indígenas no tienen “android”. Por eso
de distorsión profesional siempre estoy midiendo y analizando, y en cuanto a
Tuiter, con una muestra de 1.600 tuiteros “revolucionarios” que espero llevar a
2.000, estoy haciendo la lenta labor de levantar estadísticas sobre un sector
religioso en particular, sobre clase social de pertenencia, profesión, sobre la
combinación de tuiter con trabajo político, sobre distribución por género,
absoluta y en las variables anteriores, sobre comportamiento pasivo y
generación de opinión, y hasta sobre el contenido del “avatar” y foto de
cabecera. Y mire que les tendré
sorpresas sobre el verdadero carácter y la importancia de Tuiter para la
Revolución Bolivariana.
Los teléfonos inteligentes cada vez son más, pero este no es
la única fuente de Tuiter; la computadora se le acerca, y se tuitea desde la
personal, la de la oficina y el trabajo, hasta la del cyber, muy usada por los
revolucionarios.
Cierto que en Tuiter se refugian multitud de partidarios de
la Revolución Bolivariana, que lo convierten en única expresión de sus
preferencias políticas, pero es algo. Y
es que de no “militar” allí, no tuviesen espacio alguno para hacerlo. Batirse en Tuiter con la escualidez puede
convertirse en un ejercicio teórico, en radicalización política, en mejor
seguimiento de lo que sucede en el País.
Además, quedan expuestos al otro gran sector de tuiteros
revolucionarios, que los bombardean de opinión, noticias, denuncia de maniobras
opositoras… y siguen con interés a los comunicadores de más pedigrí
revolucionario, todos tuiteros estrella.
Que recuerde, mi actividad de generador de opinión en Tuiter
ha abarcado temas como los de la necesidad de no diluir la campaña de la
corrupción de Primero Justicia, el modo de tratar el “ajuste cambiario”, la
necesidad de “ajustes” políticos después del 14-04, la aplicación en la “vida
real” de las enseñanzas de Tuiter, la necesidad de incorporarnos al trabajo
real para las elecciones que se avecinan, los peligros de la OTAN en Colombia,
además de episodios políticos muy puntuales.
También es mi via preferida para recomendar artículos imprescindibles de
rebelión, aporrea y otros portales revolucionarios. Y como no es todo lo que políticamente hago,
me he sentido muy feliz de hacerlo.
Entonces, el problema no estriba en el daño que se puedan
causar los propios opositores, que si no se suicidan con Tuiter, buscarán otra
soga para colgarse, pero sobre todo no estriba, léase bien, en que el
Presidente no coma casquillo (para lo que no se necesita esfuerzo mayor) ni
caiga en provocaciones. Es más fácil no
hacer esto que lo que sí hay que hacer: pararle a la opinión revolucionaria generada
en las redes sociales, única vía de opinión y expresión de multitud de
revolucionarios… y no sólo el Presidente, sino todos los funcionarios públicos
importantes, que usan el Tuiter de manera unidireccional, de ellos hacia la
militancia, sin detenerse ni un poquito a observar y oír qué piensan quienes
reciben sus importantes mensajes.
Bueno, amigos, hasta la próxima, y me voy porque vine.
Enlace de este artículo en aporrea.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario