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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Aguila (¿?) fotografiada hoy en La Pedregosa

María Alejandra, las doce y el hueso duro
 


Comienzo mostrando mi admiración por la intensidad y orden de la campaña, por la dedicación y resistencia de María Alejandra, siempre presente.  Por reconocer la evidente articulación entre gobiernos, partido y pueblo organizado, en un esfuerzo nada común y seguramente trazado sobre la experiencia de la campaña triunfante de Alexis.  Por declarar que sopesando la “maquinaria” partidista se encuentran fallas de engranaje, debido a la compulsión del trabajo político encargado en épocas anteriores y el privilegio a la obtención de “productos”, sin suficiente seguimiento ni evaluación de la calidad.  Desconcertado un tanto por ver aparecer dirigentes de muy bajo perfil en condiciones no electorales, haciendo un esfuerzo para estar presentes y justificar posiciones ganadas en lides políticas que desconocemos.  Claro, todo desde la posición cómoda de observador externo, quizá con preconceptos intelectuales y con una incapacidad de ser oído a pesar de haberlo intentado por diferentes vías.

Pero faltan veinticuatro días para el 8-D y el hueso duro.  Entre algunos protagonistas observamos una buena dosis de triunfalismo, y este jamás ha sido buen guía para recorrer laberintos electorales.  Este optimismo desmedido aparece generalmente cuando la situación es difícil y se quiere evadir la realidad, cuando se sobredimensiona con complicidad los efectos de las tácticas adoptadas o cuando se subestima el enemigo.  En todos los casos, enfría el esfuerzo e imposibilita la escogencia de salidas alternas.  Valientemente hay que atender a las encuestas ordenadas por los organismos nacionales.

No hay enemigo pequeño, a pesar de que el candidato escuálido para la alcaldía del Libertador de Mérida parece serlo.  En un concurso de cualidades saldría pulverizado, pero en esta contienda electoral concreta cuenta con ventajas que hay que tener en cuenta.  Es el candidato de toda la derecha nacional, y de ahí el desfile de figurones de la oposición por estos lares; cuenta con una ventaja numérica histórica considerable, que si bien ha venido disminuyendo progresivamente no termina de desaparecer del todo; tiene un mentor, Léster B., que se las juega todas allanándole el camino, pues la derrota de su pupilo sería su derrota y desde dos derrotas consecutivas no se puede construir una candidatura a diputado.

Cierto también que detrás de la candidata de la Revolución están los gobiernos nacional y regional, gran contrapeso para las ventajas del majunchito, y la acción de ambos niveles de gobierno en el estado ha sido mucho mejor que en el pasado reciente.  ¿Es suficiente?  ¡Ya tendríamos estadísticas de otro color!

Las metas parroquiales fueron establecidas y, según conversaciones con observadores políticos con muy buen ojo, parece que no dan.  Queda entonces esperar el desenlace de las contradicciones del enemigo y esperar que se traduzcan en abstención, mientras se le exige el máximo a la maquinaria electoral para movilizar hasta al último votante chavista.  Es un camino, pero al final puede haber sorpresas.

Procesión con Henri Falsón
Recomendaciones básicas sobre el uso de programas del gobierno regional en tareas más coherentemente revolucionarias y electoralmente más provechosas, no se han tomado en cuenta.  Contrastemos estos dos comportamientos: Cormetur acaba de comenzar a “enjardinar” la isla de la avenida frente al Centro Comercial Viaducto, como si se tratase de una obra importante para lograr los votos que le urgen a María Alejandra; mientras que Léster B. viene de asfaltar calles de la Pueblita y “limpiar” los acueductos rurales que surten a parte de la población del municipio, por no nombrar otras acciones del zorro alcalde en la zona donde están los votos que deciden, en los barrios.  La insistencia en la conducción ambigua de Cormetur está llegando a extremos; hoy viendo las plantas en bolsitas que van a ser colocadas, revivieron antiguas sospechas, pero esa es otra historia.


La propaganda política en muros (grafitis, "pintas", murales) debe ser tratada como un bloque de acción, así no se refiera directamente al acontecimiento electoral que se esté promoviendo en un momento determinado; y es más, la capacidad corrosiva de la propaganda ofensiva perdura todo el tiempo que esté expuesta.  En las últimas elecciones la derecha merideña ha partido con una base propagandística a su favor, por la permanencia en los muros de la creada para elecciones anteriores, y entre esa propaganda, es muy abundante la claramente ofensiva y descalificadora.  Ante esta situación es inverosímil que el partido no cuente con una brigada dedicada a eliminar la propaganda ofensiva y que esta se eternice en los muros, causando el daño que se le puede atribuir; y menos, para la tarea de modificar (imprimirle contenido real) el mensaje de una oposición que jamás ha escatimado en actuar arbitrariamente.  ¡Y tan fácil! No es necesario ser expertos en semántica ni en teoría de la comunicación, pero sí hace falta un equipo de comunicación, propaganda y agitación que asuma sus responsabilidades durante todo el año y no sólo que en coyunturas se pliegue a directrices "bajadas" de los organismos centrales.  ¿Lo intentamos?  ¿Le damos al enemigo una gran cucharada de su propia medicina?



El jueves 15 Villegas presentará el programa de gestión para el área metropolitana bajo la consigna de "vamos a presentar las claves para una nueva Caracas Metropolitana" (http://www.aporrea.org/actualidad/n239667.html).  ¿Cuándo se hará aquí?  El programa, además de una concepción filosófica de gobierno, es una guía, una lista de problemas y soluciones, jerarquizados y dirigidos al elector que, así informado, sabe a qué atenerse; ver "mi problema" expuesto y con una solución prevista, reanima, compromete.  La genialidad de Chávez creó el más acabado programa de gobierno presentado en la historia de Venezuela, el Plan de la Patria 2013-2019, y no debe haber acción de ningún nivel de gobierno que no esté ensamblado en él. 

Un programa de gestión debe ser valiente, sincero; reflejar soluciones por impopulares que sean entre sectores determinados, a sabiendas de que si se está gobernando con el pueblo en pos de la construcción del socialismo, las mayorías lo apoyarán.

Desventaja evidente, ya tratado en un artículo anterior (en Mérida no hace falta...) es hacer la campaña sin nada que pueda llamarse un medio impreso.  Enfocado hacia apagar los miedos de la gente, ubicar con exactitud al enemigo y aclarar su uso de los "tontos útiles" para intentar retrotraernos a etapas históricas degradantes, dar a conocer las intimidades del proceso y las ventajas de vivir en este momento histórico, impulsar el orgullo de militar, de participar, de ser protagonistas; un medio de ataque, de agitación, de revolver conciencias, de intimidar, más que de información, que eso se puede hacer desde muchas vertientes.  Es la realidad y que ninguna otra campaña nos tome con esa carencia táctica grave.

Este escrito es para el consumo de revolucionarios, por lo que sólo se publicará en este blog.

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