Operaciones elementales en el sistema electoral donde estamos entrampados
Tengo o no tengo suficiente.
Si tengo, puedo organizar, asegurar, amarrar. Si no tengo suficiente, hay que salir a
buscar. ¡Tan sencillo! Pero el paquete nacional de tácticas
electorales parece diseñado para donde se tiene y, estirando aquí y allá, para
donde se tuvo y hay que rescatar. Al
igual que el diseño gráfico de la Revolución, el paquete de tácticas es tan
bueno que obliga a la oposición a la copia descarada (en eso de robar son
inigualables) so pena de encarar el profundo contraste; pero una cosa son esas
tácticas aplicadas por flojos de cuna y faltriquera suelta, y otra manejadas
por un partido que se confunde con su destino cuando tocan a vísperas de
elecciones
Salir a buscar es lo que toca en el caso del municipio
Libertador del estado Mérida, lo que sobrepasa la perfección intrínseca del
paquete nacional de tácticas electorales.
Salir a buscar era lo que tocaba desde las tempranas llamadas a hacerlo
de quienes entendemos las elecciones como la más perfecta trampa del presente
burgués para hacernos caer y recuperar los espacios de poder que han venido
perdiendo, con las secuelas que de esto se pueden derivar para la Revolución en
andas.
En la precampaña nos toca asombrarnos a la aparición de
caras correspondientes a necesarios títulos que creíamos sólo existían en la inercia
del Partido. En lo que más nos importa
ahora, nos enteramos de que había encargados de la propaganda e inteligencia (y
sus contras), de la comunicación, la agitación, de la estrategia, de todo lo
que no se puede descuidar ni un minuto si queremos sobrevivir en el marasmo de
los procesos electorales burgueses. Y
dudábamos de su existencia porque ya cientos de habitantes de Los Curos se
deben saber de memoria de tanto verlo “Revisa la nevera y la cartera y vota!!!
Chavistas con Capriles”; los de varias urbanizaciones del Sur de Mérida “Si le
das más poder al poder Maduro te va a venir a coger. Piensa”; los de la
Pedregosa, les debe repicar en la noche las cifras de muertos y los porcentajes de inflación atribuidas al
Presidente; en los Sauzales quién no sabe que “Ignorante es aquel que cree que
votando por un incapaz hace feliz a un muerto” y para todos ya nos es familiar
la estampa de Coproles haciendo su saludo facho desde cientos de muros
merideños. Y están allí, intocados,
desde marzo, y muchos desde agosto y diciembre de 2012.
Y dudábamos de su existencia porque en coyunturas necesarias, más que campañas de publicidad en los muros, parecían iniciativas de aficionados… por las consignas, los colores, el desperdicio de recursos, los errores.
Ya todo está muy agitado.
Los candidatos no descansan y se esfuerzan en aparecer en una prensa que
no los estima nada planteando soluciones parciales, desconectadas, sin poner en
evidencia que corresponden a un conjunto de problemas generados por el
capitalismo en su transcurrir y que las soluciones deben ser globales o no lo
serán, y que el modo de expresar las calamidades es enunciándolas, jerarquizándolas
y planteando soluciones para el conjunto en el marco de una estrategia
nacional, el Plan de la Patria 2013-2019; es decir, presentando un programa de
gobierno municipal, que se le pueda restregar en las narices de la derecha
fascista merideña y que todos y cada uno de los merideños conozca hasta en sus
detalles y lo interpreten y asuman como solución a sus problemas; que demuestre
la articulación con el poder nacional, el regional y el pueblo. En el caso del municipio Libertador del
estado Mérida, es el único modo de ir a buscar lo que todavía no se tiene.
De no ser como se plantea, seguirán doblando las campanas,
por muy capaces que sean la candidata a alcaldesa y los candidatos a
concejales; por muy completas que sean las visitas casa a casa y la organización
de los hogares de la patria; por muy coloridos y animados que estén los puntos
rojos; por muy bien lograda la propaganda impresa… y es que no se tiene con qué
y hay que salir a buscar.
Y en los procesos electorales hay quienes le meten también a
la división. En este caso, los mismos
protagonistas de las elecciones de diciembre, a pesar de que la gracia de
diciembre les costó en abril la mitad de los votos. Un PCV desubicado vital, política e
históricamente, de cuánto hay pa´eso o no voy, volvió a plantear la división
como la menor manera de suicidarse. En
este momento la trama, supuestamente focalizada en municipios del Sur del Lago,
no la dirige el invisible de siempre con apellido de amo de la terraza, sino quien
se parapeta tras “Alejandro Aguirre”, perfectamente identificado (¡A que sí! Pero será tan inocuo, que a nadie en el PSUV
le interesa tal identidad, a pesar de que es gratis). Ni una crítica seria vale la pena hacerles,
porque no ha habido en la política de la izquierda merideña más perfecta
colgadura de la brocha.
Seguiremos insistiendo en la realidad electoral de Mérida y
en la necesidad de ir a buscar, porque no alcanza… a pesar de los oídos sordos,
porque no hacerlo me mortificaría y después de lo que ocurra me tocará seguir ejerciendo
mi profesión de historiador.
Operaciones elementales en el sistema electoral donde estamos entrampados
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