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martes, 30 de julio de 2013

Las estatuas de Chávez "erguido marcialmente"





Un endémico ministro de cultura (que ha ejercido por si o por personas interpuestas) se le ocurrió conmemorar el 40 aniversario del asesinato del Che con un monumento a propósito.  Lo erigió en el Collado del Cóndor, el punto más alto de la carretera Trasandina (4.118 msnm), donde el Che estuvo el 15 de julio de 1952.  Ignoro quién fue el artista, pero estéticamente no estaba nada mal, una muy buena foto del Che, un texto alusivo y la anotación que escribiera en el diario del viaje, en el “interior” de una placa de vidrio templado, de 240x100x4 cm, sobre una base de granito, que fue inaugurado el 8 de octubre de 2007.

Todo muy bien, salvo que se desestimó el galopante fascismo merideño, que apenas diez días después la destruyó a plomo limpio; actores, los “paperos” del Páramo y adecos de la ciudad, encargados de redactar el manifiesto del “Frente del Comando Patriótico del Páramo”.  A la mañana siguiente sólo vidrio perforado y parcialmente fragmentado, las sonrisas en los rostros de la oposición y la arrechera de quienes repartimos la culpa de la gracia entre el poco precavido erigidor de la estela y los desalmados que la destruyeron, porque esa acción la habíamos previsto y comentado el frío y nublado 8 de octubre con un “va a durar menos que un peo en un chinchorro”.

Lo anterior es sólo un ejemplo de la singular y antigua lucha entre erigidores de estatuas e iconoclastas que se desarrolla en Mérida.  En ninguna ciudad del país se han erigido más monumentos, y en ninguna el número de los “destruidos” ha sido mayor.  Elaboro a ratos un escrito sobre esta guerra, que se remonta al primer monumento erigido a Bolívar en el mundo (1842) hasta el reciente retiro sigiloso de un busto de Picasso de Miguel de la Fuente (escultor oficial de varios gobiernos regionales), escrito donde hay episodios perturbadores, como el de las cinco águilas en la redoma de inicio de la avenida Universidad, o el de la obsesión de un alcaldillo por Manuelita que lo llevó, dicen, a raptarla y montarle apartamento.

Pero, como siempre, todo lo dicho hasta aquí fue un rodeo para llegar a lo que quiero expresar hoy: la polémica sobre la estatua de Chávez que van a colocar en la plazoleta de Corposalud, avenida Urdaneta, “primera estatua pedestre (de Chávez, supongo) en erigirse en plaza alguna de Venezuela”, creada por Manuel Suescún e idea de los trabajadores de la Corporación de Salud del estado Mérida.

Lejos de la discusión planteada por VBR y que seguirá toda la oposición, que si costó 190.000 bolívares (ta´barata) cuando escasean las medicinas e insumos médicos, que si el promotor quiere congraciarse con un sector del PSUV, pues quiere ser candidato a alcalde, que si sí, que si no, que si mide 2,20 m y pesa 350 k, lo que quiero expresar es que ni esa ni ninguna estatua de Chávez me gustará y las reduzco a insulto a su memoria. 

(Tomada de: http://www.elmeridenazo.com.ve/meridaaldia/noticia14952.html?idCont=1,1,1,14952)


Además de haber expresado la repulsa que le provocaba la denominación de barrios o lugares con su nombre, su memoria está aún muy fresca como para verlo convertido en estatua de bronce o mármol, hierático, “erguido marcialmente”.  De ser necesario, lo que dudo suceda, prefiero un monumento no figurativo.  Así que, erigidores de estatuas, dejen de ofender a Chávez con mal gusto incluido y convénzanse de que no son tiempos de erigir estatuas, sino de lucha, de sembrar al Líder en la conciencia de cada uno de los venezolanos, para que seamos capaz de continuar su obra en pos del Socialismo.


Y en eso de la guerra entre erigidores de estatuas e iconoclastas, se va a necesitar guardia redoblada, las 24 horas, para que el fascismo opositor no se ensañen con la representación de Chávez, imaginando que lo hacen con su memoria y trascendencia histórica, intocables e indestructibles.

Hasta pronto, amigos, y fotos en el blog.

Enlace de este artículo en aporrea.org




domingo, 28 de julio de 2013

...
Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo.

Pablo Neruda (Un canto para Bolívar)





Y no se trata de disponerlo letra por letra, grito a clamor

insomne por la atronadora historia de los siglos más silentes
con sus huesos roídos de tisis, traiciones, arsénico, des-encantos
desvestido de la última camisa del equipaje de obrador de naciones
tarareando himnos como arrullo, desperdigando golosinas de patrias
envejecidas al nacer, desaliñadas, tomadas por asalto
Y fue que convirtieron la libertad en escurridiza, en jalea de tiempo
melosos, hundieron en la sangre de los héroes dedos, manos
codos, ingles y rehicieron la necesidad de libramiento, de vivir
Llevaron a remate la obra de tu mano y tus porfías, de quienes bebieron
de tus salmos, de tu ejemplo, de tu fidelidad, de tu saga y tu voz de mando
de ti mismo repetido, multiplicado, reiterado, redoblado en las urgencias
y mil oferentes te mataron de mil muertes, de mil maneras de segar
y te deificaron para colocarte en las arenas movedizas, donde sólo
se puede recuperar los inertes bronces, mármoles, jalones de ecos y reverberaciones
y fue que en ese palpitar de traiciones, desencuentros, forajidos de colmillos golosos
del Norte y de más allá de la Mar Océano, que se sirvieron las naciones tiernas
y en medio de ese desbarajuste, pocos pudieron declamar YO SOY BOLÍVAR

Volviste, fuiste recreado, anudado, hecho canción
aderezado con el tiempo de las urgencias y las claves del buen vivir
repitiendo proezas, descomunal, proporcionado
como el lastre de la Historia y la crisis del capital 
para exponer tu piel a las infamias de los rayos y las ilusiones recuperadas
y vivir sin morir porque las utopías hechas obra con que tropezamos cada día
nos hace convencernos de que no tendremos que esperar doscientos años,
porque sigues vivo en el corazón palpitante de los pueblos liberados
y quienes quieren recoger las velas, encontrarán las naves calcinadas
y no podrán volver, jamás de los jamases, porque aquí, allí
donde haga falta, millones estaremos para continuar tu obra
y repicar las gargantas que forjaste para afirmar YO SOY CHÁVEZ





*

¡FELIZ CUMPLEAÑOS COMANDANTE!


¡NACISTE PARA RE-HACER LA HISTORIA!






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* Arreglo con foto no propia


jueves, 25 de julio de 2013

Profes y bachis, la división de clases más permanente en Mérida


¿Cuándo perdió el rumbo la universidad autónoma?  ¿Es que lo encontró y lo retuvo alguna vez? Con el ejemplo de la Benemérita, Bicentenaria y Autónoma (calificativos de discursos de autoridades) Universidad de Los Andes voy a dilucidar eso, so riesgo de que algunos colegas que leen clandestinamente a aporrea o de la misma manera visitan mi blog, me sigan mirando feo, refeo.  Si me metiera realmente con los coroticos del pesebre y desarmara, por ejemplo, lo de la Universidad Bicentenaria, tendría que esconderme, por eso del maldiojo.

Mediados de los ´60, cuando la de Los Andes era una de las cuatro universidades del país y  parecía que la universidad autónoma tomaban sentido, pues comenzaba a dejar de ser nido de vecinos merideños y privilegiados venidos de lugares remotos del país, y se iniciaba la famosa “masificación” estudiantil.  Mi curso, de primer año de economía, de 100 estudiantes, era más numeroso que los del resto de facultad; y por ahí iban las demás facultades.  Vale la pena anotarlo, de esos 100 estudiantes, unos 85 no éramos merideños.

Al mismo tiempo de ser “refugio” de subversión (afirmación para dejar a muchos contentos, pero que no lo fue tanto), se comenzó a debatir la “renovación”, movimiento al comienzo peligroso para el estatus, pero que pronto fue contaminado por otros objetivos que lo desvirtuaron hasta las raíces y lo convirtieron en completamente inocuo. 

Las discusiones sobre la renovación se realizaban en facultades absurdamente “tomadas”, con la mayoría de profesores y estudiantes de “vacaciones” (las tomas frecuentemente sobrepasaban los 4 meses), y eran un tira y encoge teórico, que avanzaba y retrocedía, según la correlación de fuerzas y el ánimo de las izquierdas tradicionales y las de avanzada, entre la ortodoxia, la indocilidad y la resistencia al cambio.  No se llegó a casi nada antes de contaminarse con la semestralización, la departamentalización, las renovadas apetencias de poder de grupos de derecha e izquierda, el “ahogo de la masificación”.  Los pensa de estudios pagaron los platos rotos y el problema se redujo al cambio periódico del pensum de cada escuela, lo que generó prolongadas e inútiles discusiones para llegar a poco.  Los logros parciales de mi facultad fue la expulsión del Cuerpo de Paz y de la Fundación Ford, que sin querer queriendo guiaban la facultad; pero para nada, porque su influencia se reencarnó en otros zombis, especialmente en la remesa de profesores españoles, franquistas en su mayoría, que llegaron para solucionar la “escasez de profesores”.  Otros logros tontos pero que dan una imagen de la universidad recoleta, la erradicación de medidas absurdas, como la obligación de llevar “paltó” para entrar a la biblioteca de Derecho, donde desde una toma, decidimos que hasta desnudos se podía entrar.

Pero no es historia lo que quería hacer; era demostrar la inutilidad de la universidad autónoma desde los tiempos en que aparentemente apuntaba a ser un instrumento de desarrollo de la sociedad en su conjunto, a servirle al país.  Hasta el momento era una universidad recoleta, de regodeo de la ideología merideña, con la excepción de militantes, adecos en su mayoría, “luchadores” contra la dictadura; y, desde la insurgencia armada, la mayoría de militantes de los partidos insurrectos se paseaban sin ningún contratiempo por la universidad y la ciudad, haciendo gala de su militancia pero sin apenas ser tomados en serio por las policías represoras.  Los dirigentes a sueldo o chantajeados por la Digepol y el Sifa fueron muchos e hicieron mucho daño (por ahí andan, algunos afamados escuálidos).  Importante de ese período, que en el concepto de autonomía se fue privilegiando la famosa “inviolabilidad” del recinto universitario, sobre otros contenidos de mayor trascendencia… y lo que le paraba la policía a tal autonomía.


Ni adecos antiperezjimenistas ni izquierdistas anti adeco-copeyanos tomaron en serio que la universidad tenía un entorno, ni entendieron cabalmente ese decir atribuido a Mariano Picón Salas de que “Mérida era una universidad con una ciudad por dentro”, y la universidad continuó siendo un enclave.  Y así fue que se perdió o nunca se consiguió el rumbo de una universidad que, supuestamente, empezaba a cambiar.  La extensión universitaria se limitó a actividades “culturales”, mayormente dirigidas a intelectuales y clase media universitaria, placenteras pero inocuas, vacías, aisladas.  El entorno universitario siguió siendo el analfabetismo, la ignorancia, la enfermedad, la desigualdad, la explotación, la miseria, la precariedad de la vivienda y las vías de comunicación, la falta de servicios, etc., a pesar de que la división positivista por facultades formaba profesionales que tenían que ver con esas lacras sociales, también emplazadas en la propia universidad.

La docencia se convirtió en el más expedito camino para copar el mínimo porcentaje de ascenso social permitida por sociedades del tipo.  Ingresaban pobres, porque el origen de clase de cerca del 75% del estudiantado era el pueblo explotado, y salían profesionales a quienes el día de la graduación los distribuidores trataban de fiarle
s un automóvil y la empresa privada había  ya pasado reclutando profesionales que no fuesen como los “comunistas” que paría la UCV.  Como gocho practicante de la gochitud, puedo afirmar sin que califiquen de “étnica” mi afirmación, que se trataba de la mejor universidad del mundo, porque ingresaban gochos y graduaba doctores… ingresaban pobres y egresaban profesionales Midas.

Se puede decir que también fueron los años de arranque de la investigación, que, salvo excepciones, nació errática, divorciada de las necesidades del pueblo y hasta de las de la oligarquía que dirigía por partidos interpuestos al país.  Es decir, no le servía ni a los dioses ni a los demonios.  Cada quien investigaba lo que le daba su real gana, lo que le gustaba, lo que estaba de moda en los países “del centro” (en boga, lo del centro y la “periferia”, lo del desarrollo y el “subdesarrollo”), sin que fuese trazada ni por organismos universitarios.  Un aporte más para el concepto perverso de autonomía que estaba conformándose y que sigue como modelo de referencia actual; dejar hacer, dejar pasar era lo autonómico.  Para ser justos con la investigación, debemos reconocer que unos cuantos “comunistas” investigaban chagas, parasitosis, enfermedades tiroideas y poco más del enfermo entorno andino; algunos hasta se atrevieron a estudiar modelos solución del problema de la vivienda, basados en materiales tradicionales… no pasaron de prototipos.

Todo eso me lleva a afirmar que la Universidad de Los Andes, nunca tuvo rumbo y por eso, nunca lo perdió.  Y es que ni siquiera los fines clericales trazados en su origen fueron cumplidos a cabalidad (eso es otra historia); durante el XIX y casi mitad del XX, pasivamente fue aportando corto número de profesionales pasivos al país que precariamente la mantenía (otra, otra historia); durante la segunda mitad del XX acabamos de escribir sobre su falta de rumbo y en la actualidad, es un estorbo atravesado en la historia.


Donde siempre ha tenido éxito, es en su participación en la generación de la “ideología merideña”, telaraña tramposa en que han caído y han sido devorados hasta revolucionarios de armas tomar, y que constituye una de las piedras de tranca más importantes del desarrollo doctrinario de la zona.  Continuaremos alguna vez, con mayor inspiración.  Saludos cordiales, mis aguantadores lectores.



Fuera del artículo, una corta anécdota, que quizá matice en algo lo expuesto antes: Ya encaminado estudiante de historia quise cursar otra carrera y me inscribí en derecho… fui a una clase y salí horrorizado.  Economía política, se llamaba la materia, que se reducía a un programa sui generis de “materialismo histórico”, presente en el currículo de casi todas las carreras de la universidad.  El profesor era la referencia del revolucionario de Derecho, comunista, militante del MAS.  Entre a clase y de repente alguien comienza a hablar de “marxismo” desde un púlpito, sí, un púlpito; no, no era una tarima, era un púlpito, de más de dos metros de altura.  Coño, me dije, si este es el “revolucionario” de este antro, cómo serán los demás, “reaccionarios” casi todos; me darán clase desde el mismo cielo… y me fui para donde ustedes saben. 

Valor agregado de esta anécdota: ese profesor de “izquierda”, que después fue reptor, fue el autor del más infame artículo aparecido en la prensa regional el 13 abril de 2002, lo que quiere decir que no es que esa izquierda cambió, sino que ya estaba maleada desde los sesenta-setenta. 

Enlace de este artículo en Aporrea:



miércoles, 24 de julio de 2013

OCHO meses en la Web y más de DIEZ MIL visitas


Estoy complacido.  OCHO meses de presencia en la Web de HISTORIA PARA FUNDAMENTAR, correspondidos con las primeras DIEZ MIL visitas.  Este es uno de los frentes que me asigné para participar en este hermoso proceso de construcción de la PATRIA SOCIALISTA que comenzó y nos legara el Comandante Eterno, Hugo Chávez.

Este blog, muy JOVEN según el ciclo vital de estos instrumentos mediáticos, es sometido a una autocrítica sistemática, que me llevará a perfeccionarlo, a hacerlo más contundente en la guerra que vivimos y no dar cuartel jamás a los enemigos de la Patria.  De los lectores espero lo mismo, evaluación y crítica, exigencias, recomendaciones, ideas frescas; es decir, todo o que contribuya a que sus visitas al blog sean más gratas y provechosas.  

GRACIAS por sus visitas, gracias por el ánimo para continuar, que en la medida en que considere que cumple con su cometido, proseguiré con todas las fuerzas.




lunes, 22 de julio de 2013

Regurgitación de la definición de Universidad, paradoja mayor de las "autónomas"

Bolívar del Bulevar de los Estudiantes (Mérida)
¿Vitiligo? ¡NO! ... desamorcillo o descuidillo




“Nuestro régimen universitario  –aún el más reciente–  es anacrónico.  Está fundado en una especie de derecho divino: el derecho divino del profesorado universitario.  Se crea a si mismo.  En él nace y en él muere”
La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sud América. 1918.

“Propiciar la educación popular como el medio más eficaz para la elevación moral del pueblo y la consecución de la reforma integral”
De la juventud estudiosa del país a los habitantes de Buenos Aires. 1918.


La Universidad, cuya definición se encumbra en las nebulosas de la filosofía para llegar a rozar las necedades de la teología, esa “comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre”, no tiene que ver nada con la “universidad real”, la que conocemos de toga y birrete, que hace tiempo supeditó lo espiritual a lo material, mundano y prosaico, que se perdió definitivamente en el laberinto sin solución que lleva a la verdad, y redujo los “intereses trascendentales del hombre” a los de una clase, una ideología, un tubo teorético, una red de afinidades institucionales que en este momento histórico lindan con el fascismo.
 
¿Abrumado? ¿Embonucciado?

La universidad real blande una fulana autonomía para propósitos que no fueron los causantes de su aparición en el corpus universitario, cesión gratuita e indolora, salvo en épocas de recortes legales (dos de las tres leyes de universidades reales se han dado bajo gobiernos de facto o represivos).  La universidad existente, que desmereció y malbarató ese hermoso concepto, creación latinoamericana, porque buscarla más allá de la Reforma de Córdoba es hilar con telaraña para distraer la atención del momento histórico donde nació y fue apareciendo en la legislación de los distintos países latinoamericanos.

Lo planteado en los manifiestos de Córdoba se comienza aplicar después del ´30, es decir, en plena crisis mundial; pero, realmente, lo acoge el “populismo” y los regímenes donde este actuó de modelo demostración, transitorios unos y otros.  Es decir, dura lo que dura el populismo, y es desarmado por los regímenes militares que se irguieron sobre sus despojos.  Resurrección esporádica y nuevo ahogo a sangre y fuego: es la historia latinoamericana de la “autonomía” y otros “principios” refundados en Córdoba.  Resurrección reciente y distorsión de esos “principios” desde la universidad “profunda”, que los utiliza como elemento de la construcción fascista que enfrenta a la sociedad.

Útil decir que los planteamientos universitarios a lo largo de toda América entre 1918 y 1930, no dejan injusticia con cabeza; sobre todo, es radical contra el imperialismo y sus frecuentes estropicios contra AméricaLatina y el mundo.  Su empalme teórico con el pueblo históricamente excluido, eleva los planteamientos universitarios al espacio de las luchas populares.  En Venezuela le correspondería a la “generación del 28” la lucha contra la universidad “anacrónica”, pero sus dirigentes no fueron muy fecundos con la pluma (vid. obras completas de Villalba) y se lo guardaron para sus memorias y escritos posteriores.

La universidad real actual transformó la “pluralidad”, necesaria para esa casi teológica búsqueda de la “verdad”, en pensamiento único, sin rendija para la disidencia, porque no lo son las voces aisladas en los Consejos Universitarios u otros organismos de dirección; disidencia que tampoco tiene cabida en los medios tradicionales e informáticos que maneja la universidad ni, en época de cayapa mediática contra el gobierno transformador, en la información proyectada hacia la sociedad.  En este momento es más monolítico el pensamiento de la universidad real, que el de cualquier partido político dogmático.


Universidad venida a menos en la calidad de la dirección, porque no me vengan a decir que no hay un abismo cualitativo entre el llamado Rector de Rectores, o Perucho (tampoco santo de mi devoción) al payaso sin público que la encabeza en este momento de crisis.

Universidad cuyo orgasmo mayor se produce cuando acontece la decadente práctica coreográfica (mentira que medieval) del desfile de autoridades y profesores entogados hacia el aula magma en ocasión de las graduaciones.  Como he venido reiterando, no escribo desde la inocencia, y confieso que participé dos veces en esa ceremonia en ocasión del grado de hijos (orgullo de padre adelante, ambos con babero blanco), y la pena ajena que sentía me abrumó.  No contamos aquí el onanismo implícito en la "huelga de hambre" seriada; cuando la indigestión producía "apendicitis", o cuando le picaba aquello a una profesora, se relevaban los enfermos, salvo dos o tres valientes que se calaron todo el período y salieron imperturbables, caminando (esos "estudiantes" en adelante no rasparán materias, su sacrificio no fue en vano). 

Las ceremonias de grado eran aprovechaban Bianco y Perucho para en sus discursos cantarles las cuarenta a los gobiernos que sí atentaban las 24 horas de los 365 días del año contra la “autonomía” que la universidad defendía.  De esos discursos candentes, a las babosadas derramadas en medio de sonrisas sospechosas por l@s lactuales payas@s sin público, que aprovechan el público amarrado para sus escupitajos opositores.

De los estudiantes no hablemos, demasiado maleables (mal-eables) y entender su sosería mental nos llevaría de nuevo hacia los corruptores, autoridades y cómplices, es decir a quienes personifican la universidad real.  De todas maneras, la decadencia se nota en su desánimo cuando perpetran La Internacional o el Himno Nacional… l@ babosean.

Yo te aviso, chirulí
De profundis clamavi ad te, Domine…


Enlace de este artículo en aporrea.org



jueves, 18 de julio de 2013

La depresión endogámica de la Universidad sin futuro



No es que no, sino que.  No es solo que las universidades “autónomas” y algunas satélites se anclaron en el pasado, se lastraron hasta los topes y nadie pide que lo echen a tierra, sino que lo hicieron en el canal de navegación de la educación superior; lo obstruyen, estorban, lo que es falta mortal contra el undécimo mandamiento, no estorbar.

Planteamos (anterior artículo, http://www.aporrea.org/educacion/a169872.html) profundizar sobre
la democracia griega que admite la Ley en el ente superior de las universidades, el Consejo Universitario, sin plantear todo lo que permiten las tangentes, ni las sabias interpretaciones a que se somete en refuerzo de lo ya poderoso; es decir, sin plantear todas las marramuncias que perpetran los beneficiados por el poder.  Cobran y se dan el vuelto, dijimos.

Y es que en las universidades el poder se reproduce por relaciones endogámicas, que si bien logra mantenerlo sin grietas, la homocigósis creciente lo lleva a una patente depresión endogámica, estado terminal que viven en la actualidad, a punto de ser vencidas por la nada.  En la universidad, en función del poder, todo, todo se negocia; no hay cargo universitario (poder, desde el más humilde escalafón) que no sea producto de sucesivas transacciones de favores, en una espiral que lo lleva hasta el todopoderoso Consejo Universitario, donde decanta todo el mando y donde el poder se muerde la cola.
Hay peculiaridades regionales en esta forma de generación de poder.  Por ejemplo, en la ULA se decretó que como era una de las escasas fuentes de empleo de la ciudad y el estado, la universidad debía cumplir ampliamente la función de “empleadora”, sin tener en cuenta otras realidades.  El resultado, el de esperar y más.  Ciudad también medianamente endogámica, se fueron conformando tribus familiares, verdaderos clanes cuyo poder no se puede desestimar a la hora de conformar más poder; grandes electores llamaron a los jefes de esos clanes.  Familias cuyos integrantes ocupan diferentes niveles de la academia y administración universitaria: profesores, empleados, obreros, sindicalistas, porque en toda familia hay dotados para cualquier escalafón.

Como práctica de los últimos años, se viene produciendo decisiones rectorales arbitrarias, fortaleciendo esa y otras modalidades de adquirir poder, llevaron a contratar gran número de empleados y trabajadores, sin disponibilidad presupuestaria, creando una crisis que, como otras, se ha reflejado en el deterioro de la convivencia ciudadana, intrínseco al funcionamiento contemporáneo de la ULA.  El reptor Léster, el actual alcalde Basura, es el ejemplo clásico de esa práctica ilegal, y de ello salió impune, como saldrá de todas las irregularidades cometidas en el actual cargo... ¡la impunidad es la madre, el padre, la abuela y la parentela de la corrupción!

El Consejo Universitario, cual Luis XIV, pudiese recitar “La Universidad somos nosotros”, y todos contentos, pero es que la cosa pica y se extiende.  Relaciones dialécticas con otros poderes regionales, conforman una malla de poder que arropa la ciudad, destilando sobre la sociedad eso que he venido llamando desde mucho ha, ideología merideña, cuyas aristas más importantes ya han sido definidas.  No se trata sólo de intercambios de sonrisas y abrazos entre los dignatarios de los poderes, sino de complicidades, conformación de intereses comunes, ejercicio de la dominación de clase, imposición de la ideología, defensa mutua (espíritu de cuerpo).  Dicen en Mérida que no se elije vicerrector académico sin el beneplácito de la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, y que cuando la prensa reseña un especial recibimiento a un candidato por el Arzobispo, ya se sabe quién ocupará el máximo cargo académico.  Las mafias constructoras, los bancos, otros poderes económicos y los “proveedores” (Las fuerzas vivas, que llaman) financian espléndidamente campañas concretas (les encanta escoger y elegir vicerrectores administrativos y secretarios), la compra de los votos estudiantiles (también profesorales) a punta de aguardiente, restaurantes y algunos “recursos” , que es la normalidad de las campañas electorales; y el reptor ganador es la concreción de todos los intereses y vicios.  ¡Cuán pucro y democrático el ambiente!


En la medida en que transcurre el tiempo sin solución de continuidad para sus propósitos de recuperar el poder político nacional, se ha venido generando desde los núcleos de todas las fuentes de poder posiciones fascistas que, aunadas y amasadas, están tiñendo de fascismo ideología y comportamiento de la “política regional” pero sobre todo, para lo que nos interesa, el Sancta Sanctorum del poder en las universidades, el Consejo Universitario.


Hoy nos detenemos aquí, pero prometemos volver con la paradoja mayor de las presentes en las universidades “autónomas”, la prevalencia del pensamiento único, que es como la regurgitación de la definición de Universidad.  Pero antes, después de reiterar que no escribo desde la inocencia, algo que me está aleteando desde la mitad de este artículo.

Recuerdo que algunos sesudos colegas ascendieron en el escalafón universitario con trabajos sobre la “Universidad”, que hasta terminaron publicados (como no, si eran autoridades o candidatos a serlo).  Si necesitase un ascenso en este momento, tomaría esta serie de artículos escritos de memoria, los acicalaría, es decir, los redactaría con mayor cuidado, un poquito de gamelote aquí, otro más allá, lo convertiría en “científico” incluyendo unas cuantas citas y “referencias” bibliográficas y… que me nombren jurado, y si amigos, mucho mejor.  Era fácil.  Para abundar, traigo aquí el caso de la tesis doctoral o trabajo para titular (disculpen, pero no lo recuerdo con precisión) de un connotado abogado merideño, doctor en derecho y no se cuantos títulos más, que trata de la legislación laboral y en cuyo inicio dice, que “los indios no tenían cultura” (SIC, se lo juro), en mi biblioteca en depósito tengo el “folleto” (por su extensión no llega a libro).

Enlace de este artículo en aporrea.org:

La depresión endogámica de la Universidad sin futuro




lunes, 15 de julio de 2013

Rumbo a otro "record Guiness: 186,5 semanas en espera por un teléfono fijo de CANTV


Agua para mi molino, vaina que no me gusta y sólo lo he hecho en última instancia.
Hasta ahora mi queja se había mantenido en Tuiter (unos 150-200 tuitazos en varias fechas; ayer, 27 disparos) y en los correos-e institucionales que nadie abre.  Cansado, decidí traer este problema a aporrea, portal al que son muy sensibles las orejas de las instituciones morosas.  Cansado, dije, porque ¿quién no se cansa esperando algo durante 186,5 semanas? ¡Ni tan buena que estuviera!

Por ahí tengo el “dossier” de tuitazos y los milagros que me ha tocado hacer en mensajes de 140 caracteres: hablarles de la CANTV antes de ser regalada, de los culpables del estropicio, de los hitos más importantes acaecidos durante la esquilada, de la burla a los accionistas trabajadores y a los jubilados de la empresa, de las expectativas de su renacionalización, de los logros y aplazamientos, de su propaganda parcial y engañosa; además de invitarlos a recurrir al IVIC o a la NASA (que no a la NSA) para solucionar el problema “técnico” que me tiene jojoto… Es decir, historia en ráfagas de 140 proyectiles.  Y desde luego, mostrar mi perplejidad por tenerme esperando 186,5 semanas (CIENTO OCHENTA Y SEIS semanas y media) por un teléfono fijo: lo solicité el 16/12/2009, solicitud que he renovado en los plazos exigidos.

Estoy cansado, arrecho, defraudado con, aclaro perfectamente, las gerencias de CANTV responsables, sin extenderlo más allá, como no lo hago ni en este reclamo público.  Soluciones se me han atravesado: bajarme de la mula, como lo hizo un vecino con menos preocupaciones sobre la corrupción (entre ejecutivo de CANTV y vecino, le arrebataron el teléfono a otro que debía como dos meses de renta); comprar a un alto precio su teléfono a un vecino necesitado de unos riales, que también es como despojarlo; recurrir a palancas de amistades históricas muy bien colocadas… ¡coño! ¡no!  Soy un ciudadano, con iguales derechos y deberes; existe una empresa
nacional dedicada a proveer lo que vengo solicitando y estoy en el derecho de exigirle.

Claro que se por qué “actualmente no es posible atender tu solicitud por motivos técnicos, disculpe las molestias causadas” como la compu-CANTV me tuiteó la primera vez, suavizada después de mi burla por ese mensaje, con: “Buen día, tu caso ha requerido mayor tiempo de solución, se escala (SIC) nuevamente a la unidad encargada.  Te ofrecemos disculpas”.  Claro que lo sé, si he tenido la oportunidad de hablar con trabajadores de CANTV de todas los escalafones y oído pacientemente sus versiones (coherentes, por lo demás) de la incapacidad de la empresa para resolver mi problema y que se resume en falta de inversión en el estado Mérida, donde hay instalaciones y servicios en el límite del caos.  ¡Paciencia del historiador!

 De más está decir que no vivo en El Viento, uno de los pueblos más alejados de Mérida.  Vivo en la perimetral urbana, en la parroquia Lasso de la Vega del municipio Libertador, a unos 3,5 kilómetros de una flamante y abandonada central de CANTV, con una demanda insatisfecha de cientos de teléfonos.



¿Qué recomendaría la NASA o la empresa china fabricante de satélites? ¡Matar como cuarenta pájaros de un tiro! Que para eso está el Simón Bolívar: mientras se arreglan los detalles técnicos para una solución normal (que es lo que lleva ya 186,5 semanas y pueden pasar otras tantas) una antenita y tendríamos en la loma internet las familias campesinas originarias que no pueden pagar el de la competencia de CANTV, y los intrusos que hemos llegado a establecernos en sus vecindades y no lo tenemos porque ABA esta pegadito a los teléfonos fijos que casi nadie tiene.

Bueno, CANTV, se las seguiré recordando cada día por Tuiter, hasta que se le paren a eso de “eficiencia o nada”.  Espero que antes de que crujan huesos en tumbas como decimos en Yegüines cuando uno se la recordaba muy de seguido, corrijan eso que lleva CIENTO OCHENTA Y SEIS SEMANAS Y MEDIA sin solución.




Enlace de este artículo en aporrea.org





domingo, 14 de julio de 2013

Los vicios más depravados de la Universidad desahuciada y sin futuro





“La Universidad es fundamentalmente una comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre”.  (Artículo 1 de la Ley de Universidades)


 Primera tentación: detallar una a una las “Disposiciones Fundamentales” (los 17 artículos del título I de la Ley de Universidades) para contrastarlas con la realidad de la universidad actual; pero no, porque esta fue una ley “impuesta”, elaborada por un ejecutivo nacional que acababa de “allanar” (tomar por asalto militar, designar autoridades, destituir profesores, eliminar organismos, apresar y desaparecer dirigentes…), acto que termina cuando Chávez le devuelve los últimos despojos tomados por Rafael Caldera.  “Impuesta”, dijimos, como le impuso las “normas de homologación” el presidente del diente roto, no caldera, sino bacinilla.


Paréntesis oportunista: ¿Dejar pasar a Rafael Caldera sin decir unas verdades de este pran de la política, prócer negativo de relevancia entre los muchos de la historia? ¡No! Ese personaje, engañador de incautos, que pasma aún a bobalicones que sólo ven la santurronería (que es exactamente decir hipocresía) y las fingidas actividades intelectuales, sin ver que es difícil determinar si fue el peor o el segundo malo de la caterva de presidentes de la IV-R.  Mentira que fue quien introdujo la cátedra de sociología en la UCV o que hubiese escrito el primer libro de lo mismo en el país, más falso que tuviese autoría importante en la redacción de la primera Ley de Trabajo del país, sólo para mostrar algunos led de la luminosa aureola postiza del fulano.  Prócer negativo, destruyó instituciones de las mejores que han existido en Venezuela, traición a la Patria que significó retrocesos aún no rebasados: la educación técnica-industrial, la educación normal, el banco obrero, el estado semi-laico, la “autonomía” universitaria… también como muestra de la capacidad de sus garras sangrientas, reprimió y mató manteniendo bajo perfil; se especializó en exterminar (física y espiritualmente) con los métodos más de moda y eficaces la “izquierda”, insurrecta o no… Por allí andan renegados que vendieron su espíritu “travieso” por cargos, favores, perdones, reconocimientos.  De todas maneras, este no es un artículo sobre este monstruo pisapasito, que logró enmascarar el fascismo que lo acompañó toda su vida y hasta después de muerto (vid, la inconcebible carta póstuma, producto del legado fascista trasmitido a su parentela).


Continuación del tema central: Rechazado el análisis legal, me propongo enfocar las perversiones (algunas, desde luego, porque son tantas) nacidas y criadas a la sombra del marco legal, que alejaron definitivamente a la universidad de la posibilidad de recomponerse y servir pa´algo en estos momentos de transición hacia formas más perfectas de organización social (¿socialismo? ¡lo sabremos pronto!), hacia formas más coherentes de alineación internacional y de ubicación frente al planeta y su destino. 

¿Universidad democrática?  Sí, para quienes creen que la democracia nació en la antigua Atenas racista y esclavista, donde sólo al 10 menos por ciento de la población se le permitía pensar y expresar su pensamiento, la mayoría de las veces sin repercusión alguna en las estructuras de poder.  Pero bueno, tampoco me voy a desviar hacia el origen verdadero de la “democracia” y su lejanía de siglos del poder que la reprimía.  Tampoco para la otra mentira tramada alrededor de los principios de la Revolución Francesa, sobre todo en eso de la “división de poderes”.  Y es que ni en el “antiguo régimen” (a propósito, periodización de la historia de la humanidad tan descarada, instrumental y mentirosa como esa que incluye a “la modernidad” como período histórico) hubo mayor concentración de poder que en las universidades ¡autónomas”.


Cobrar y darse el vuelto, es la expresión más cerca al entendimiento de todos.  Pues bien, la universidad autónoma cobra y se da el vuelto.  La “Autoridad Suprema” de la Universidad es el Consejo Universitario.  Miéntenme “Poder” posible y les digo cómo está concentrado en ese monstruo de mil cabezas denominado CU: Ejecutivo, legislativo, judicial, moral, contralor, electoral, comunicacional, … autocracia que envidiaría Luis XIV o los zares de Rusia, que, sin embargo, hay seres con órganos reproductivos tan grandes como para llamar a “eso”, sin ningún rubor, democracia.


Como un artículo es más que “información”, y es, realmente, un llamado a la reflexión, a contrastar y sacar conclusiones, hoy dejo este hasta aquí con la recomendación de que se paseen por el Título III, Capítulo I, Sección I de la Ley de Universidades, para ver lo que le atribuye al CU la ley y lo que le puede aumentar con una interpretación distorsionada, con la pregunta ¿democráticas o …?

Con la promesa de continuar muy pronto con el favor de aporrea, ¡salud, mis amigos!



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