APROVECHA

APROVECHA INTEGRALMENTE EL BLOG. VISITA TODAS LAS PESTAÑAS ⬆︎ APROVECHA INTEGRALMENTE EL BLOG. VISITA TODAS LAS PESTAÑAS ⬆︎ APROVECHA INTEGRALMENTE EL BLOG. VISITA TODAS LAS PESTAÑAS - APROVECHA INTEGRALMENTE EL BLOG. VISITA TODAS LAS PESTAÑAS - APROVECHA INTEGRALMENTE EL BLOG. VISITA TODAS LAS PESTAÑAS - APROVECHA INTEGRALMENTE EL BLOG. VISITA TODAS LAS PESTAÑAS.

jueves, 18 de julio de 2013

La depresión endogámica de la Universidad sin futuro



No es que no, sino que.  No es solo que las universidades “autónomas” y algunas satélites se anclaron en el pasado, se lastraron hasta los topes y nadie pide que lo echen a tierra, sino que lo hicieron en el canal de navegación de la educación superior; lo obstruyen, estorban, lo que es falta mortal contra el undécimo mandamiento, no estorbar.

Planteamos (anterior artículo, http://www.aporrea.org/educacion/a169872.html) profundizar sobre
la democracia griega que admite la Ley en el ente superior de las universidades, el Consejo Universitario, sin plantear todo lo que permiten las tangentes, ni las sabias interpretaciones a que se somete en refuerzo de lo ya poderoso; es decir, sin plantear todas las marramuncias que perpetran los beneficiados por el poder.  Cobran y se dan el vuelto, dijimos.

Y es que en las universidades el poder se reproduce por relaciones endogámicas, que si bien logra mantenerlo sin grietas, la homocigósis creciente lo lleva a una patente depresión endogámica, estado terminal que viven en la actualidad, a punto de ser vencidas por la nada.  En la universidad, en función del poder, todo, todo se negocia; no hay cargo universitario (poder, desde el más humilde escalafón) que no sea producto de sucesivas transacciones de favores, en una espiral que lo lleva hasta el todopoderoso Consejo Universitario, donde decanta todo el mando y donde el poder se muerde la cola.
Hay peculiaridades regionales en esta forma de generación de poder.  Por ejemplo, en la ULA se decretó que como era una de las escasas fuentes de empleo de la ciudad y el estado, la universidad debía cumplir ampliamente la función de “empleadora”, sin tener en cuenta otras realidades.  El resultado, el de esperar y más.  Ciudad también medianamente endogámica, se fueron conformando tribus familiares, verdaderos clanes cuyo poder no se puede desestimar a la hora de conformar más poder; grandes electores llamaron a los jefes de esos clanes.  Familias cuyos integrantes ocupan diferentes niveles de la academia y administración universitaria: profesores, empleados, obreros, sindicalistas, porque en toda familia hay dotados para cualquier escalafón.

Como práctica de los últimos años, se viene produciendo decisiones rectorales arbitrarias, fortaleciendo esa y otras modalidades de adquirir poder, llevaron a contratar gran número de empleados y trabajadores, sin disponibilidad presupuestaria, creando una crisis que, como otras, se ha reflejado en el deterioro de la convivencia ciudadana, intrínseco al funcionamiento contemporáneo de la ULA.  El reptor Léster, el actual alcalde Basura, es el ejemplo clásico de esa práctica ilegal, y de ello salió impune, como saldrá de todas las irregularidades cometidas en el actual cargo... ¡la impunidad es la madre, el padre, la abuela y la parentela de la corrupción!

El Consejo Universitario, cual Luis XIV, pudiese recitar “La Universidad somos nosotros”, y todos contentos, pero es que la cosa pica y se extiende.  Relaciones dialécticas con otros poderes regionales, conforman una malla de poder que arropa la ciudad, destilando sobre la sociedad eso que he venido llamando desde mucho ha, ideología merideña, cuyas aristas más importantes ya han sido definidas.  No se trata sólo de intercambios de sonrisas y abrazos entre los dignatarios de los poderes, sino de complicidades, conformación de intereses comunes, ejercicio de la dominación de clase, imposición de la ideología, defensa mutua (espíritu de cuerpo).  Dicen en Mérida que no se elije vicerrector académico sin el beneplácito de la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, y que cuando la prensa reseña un especial recibimiento a un candidato por el Arzobispo, ya se sabe quién ocupará el máximo cargo académico.  Las mafias constructoras, los bancos, otros poderes económicos y los “proveedores” (Las fuerzas vivas, que llaman) financian espléndidamente campañas concretas (les encanta escoger y elegir vicerrectores administrativos y secretarios), la compra de los votos estudiantiles (también profesorales) a punta de aguardiente, restaurantes y algunos “recursos” , que es la normalidad de las campañas electorales; y el reptor ganador es la concreción de todos los intereses y vicios.  ¡Cuán pucro y democrático el ambiente!


En la medida en que transcurre el tiempo sin solución de continuidad para sus propósitos de recuperar el poder político nacional, se ha venido generando desde los núcleos de todas las fuentes de poder posiciones fascistas que, aunadas y amasadas, están tiñendo de fascismo ideología y comportamiento de la “política regional” pero sobre todo, para lo que nos interesa, el Sancta Sanctorum del poder en las universidades, el Consejo Universitario.


Hoy nos detenemos aquí, pero prometemos volver con la paradoja mayor de las presentes en las universidades “autónomas”, la prevalencia del pensamiento único, que es como la regurgitación de la definición de Universidad.  Pero antes, después de reiterar que no escribo desde la inocencia, algo que me está aleteando desde la mitad de este artículo.

Recuerdo que algunos sesudos colegas ascendieron en el escalafón universitario con trabajos sobre la “Universidad”, que hasta terminaron publicados (como no, si eran autoridades o candidatos a serlo).  Si necesitase un ascenso en este momento, tomaría esta serie de artículos escritos de memoria, los acicalaría, es decir, los redactaría con mayor cuidado, un poquito de gamelote aquí, otro más allá, lo convertiría en “científico” incluyendo unas cuantas citas y “referencias” bibliográficas y… que me nombren jurado, y si amigos, mucho mejor.  Era fácil.  Para abundar, traigo aquí el caso de la tesis doctoral o trabajo para titular (disculpen, pero no lo recuerdo con precisión) de un connotado abogado merideño, doctor en derecho y no se cuantos títulos más, que trata de la legislación laboral y en cuyo inicio dice, que “los indios no tenían cultura” (SIC, se lo juro), en mi biblioteca en depósito tengo el “folleto” (por su extensión no llega a libro).

Enlace de este artículo en aporrea.org:

La depresión endogámica de la Universidad sin futuro




No hay comentarios: