EN

LO ÚLTIMO EN OTRAS PESTAÑAS - LO ÚLTIMO EN OTRAS PESTAÑAS - LO ÚLTIMO EN OTRAS PESTAÑAS - LO ÚLTIMO EN OTRAS PESTAÑAS

En QUINCALLERÍA: Venezuela, la culpante. - En LITERADURA: ¡Ahí viene la cuchilla! - En HISTORIA VIVA: Programa de estímulo a la investigación histórica
_

domingo, 18 de junio de 2017

RAZIA en el Parque de los Escritores Merideños






¡Inaudito!  Salvo que hayan sido retirados por algún organismo para un proyecto no anunciado, creo que ninguna ciudad había sufrido un ataque masivo a un parque, como ocurrió en Mérida, la semana que está culminando.  De once bustos presentes en el Parque de los Escritores Merideños, fueron robados siete.  Esta depredación es otra secuela perversa de las guarimbas que azotan nuestra ciudad, al amparo de las cuales en la segunda semana de este mes también fue destruido el monumento a Tulio Febres Cordero y Gabriel García Márquez del Paseo de la Lectura, frente al Mercado Principal.  

El 28 de febrero pasado, en http://frontinoso2.blogspot.com/2017/02/y-beethoven-reestreno-parque-suerte.html había hecho referencia al robo de dos bustos más (Monseñor José María Jáuregui y Cardenal José Humberto Quintero) escrito donde expuse mi interés académico y ciudadano por este tipo de patrimonio ciudadano.  Y en el programa radial Historia viva en radio Horizonte 106.7 del 02/06, me había referido a esas y al robo más reciente del de Simón Alberto Consalvi. 

Con los robados esta semana, ya se acerca a cuarenta los que han sufrido ese trato en la historia de las estatuas de la ciudad, con la característica general de la total impunidad con que se ha cometido el delito.  El interés de lucro con el material escultórico priva, pero en el caso que estamos denunciando aquí, los depredadores contaron con la protección que les proporcionó  la situación de zozobra que vive la ciudad a causa del terrorismo implícito en la acción guarimbera.  No es de extrañar que en los próximos días se roben los cuatro escritores restantes y otro busto de La Parroquia, cuyo intento de robo denuncié a tiempo.

Este delito no es noticia en Mérida.  No puedo asegurar que no haya aparecido en los periódicos de la ciudad, panfletos mediocres que no se me ocurre leer, pero esa afirmación abarca la ausencia en los medios virtuales de la ciudad y en la preocupación por el hecho.  Dudo que los estropicios sobre las estatuas merideñas hayan sido alguna vez objeto de denuncias formales ante las autoridades correspondientes, por parte del organismo que asumió el control y mantenimiento de los parques merideños o de quien tiene que velar por la aplicación de la ley del patrimonio… ergo, no debe importarles.

Esta semana trataré de entrevistar al jefe del organismo encargado de los monumentos en Mérida, y mañana editaré este escrito, colocando detalles sobre los escritores defenestrados y los sobrevivientes, lo que anunciaré mediante mis cuentas de Feisbuc y Tuiter. 

No hay comentarios: