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En QUINCALLERÍA: Venezuela, la culpante. - En LITERADURA: ¡Ahí viene la cuchilla! - En HISTORIA VIVA: Programa de estímulo a la investigación histórica
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jueves, 25 de febrero de 2016

Gasolina aumentada estafa anunciada









Para lo que sigue, tengan presente que el diablo sabe más por historiador que por viejo o por diablo, premisa que definió mi profesión al querer emularlo.
Desde hace mucho lo sufría, pero no fue sino hasta el 22/09 que escribí ¡Basta de que me regalen la gasolina! (http://frontinoso2.blogspot.com/2015/09/basta-de) y cuando ayer pagué Bs. 60,00 por lo que le faltaba al tanque de mi carro, me sentí mejor.  Mientras esperaba mi turno, observé que el 350 que me precedía colocó de 90 octanos, cuando al precio anterior hubiese puesto de 95, de donde se deduce fácilmente que el consumo de 95 bajará a, calculo yo, un 25 % de la gasolina vendida, cuando antes era superior al 50 %, lo que constituirá un ahorro adicional.  Y como el camión tragó gasolina por dos bocas y hube de esperar, se me vino a la memoria una situación histórica de tiempos del primer gobierno de Carlos Andrés, o por ahí cerca, porque no he tenido voluntad de precisarlo y quizá no lo haga.
Pues resulta que la diferencia de precio entre tres tipos de gasolina, alta, media y baja (tres octanajes distintos), obligó al gobierno a colorear cada tipo de gasolina, ante las agallas de los concesionarios que te daban baja y te cobraban alta; de esa manera los usuarios pudieron ver la gasolina que estaba pagando, pues el color se podía observar en una ampolla transparente situada al comienzo de la manguera.  Conozco a mi ganado, y por eso estoy seguro de que un porcentaje significativo de concesionarios tratarán de sacar provecho y venderte gasolina de 90 octanos (Bs. 1,00 l) al precio de la de 95 (Bs. 6,00 l).  ¿Cuándo comenzará la estafa?... si es que ya no comenzó.  ¿Qué hará el estado cuando las quejas comiencen?  ¿Colorear la gasolina?  ¿Quitarle la concesión a quienes atraquen de esa manera a los usuarios?  ¿Dejar hacer?
Esta presunción sobre el comportamiento de concesionarios de bombas de gasolina, me lleva a pensar que cuando se habla de corrupción todos concentran sus sospechas en los funcionarios públicos, siendo que no hay corrupto sin corruptor, papel este que ha desempeñado muy bien la burguesía; y que sepamos, hay como tres mil funcionarios procesados penalmente por corrupción, pero ningún burgués corrupto.









miércoles, 24 de febrero de 2016



APC DEL PSUV-MÉRIDA
NO SIRVE NI PA´TACO DE ESCOPETA










En Yegüines no servir ni pa´taco de escopeta no es descalificación, sino descripción exacta de quienes… no sirven ni pa´taco de escopeta; y nada más exacto para describir a la APC del PSUV-Mérida, que anunciar que no sirven ni pa´taco de escopeta.
¡Lo puedo demostrar!  Bueno, realmente tengo años haciéndolo y jamás me han desmentido, salvo la embestida ocasional de un periodista, del grupito responsable de la dejadez de la APC, que después de “denunciarme” ante el pueblo, el partido y la corte celestial, me bloqueó en las redes sociales por donde tendría que oírme.  Inoficioso repetir el trabajo sin hacer o mal hecho, o exponer el caos en cada uno de los ámbitos donde tienen atribuciones –obligaciones– la mentada comisión.
Hay que haber seguido de cerca las tres últimas campañas electorales para haber visto la ausencia total de criterios doctrinarios y estéticos, y el dispendio de recursos.  Hay que haber sentido el total desperdicio de coyunturas políticas favorables, oportunas para la formación de opinión, y la sistémica ausencia en el combate de las matrices impuestas por la oposición.  Las metidas de pata cuando creen hacer algo; la pérdida total de la iniciativa comunicacional en el estado; la incapacidad para armar una estructura de comunicación funcional mínima; el desperdicio de una organización que existió sólo para hacer un acto público de “embanderamiento” (Brigada de APC “Esteban Ruíz Guevara”, que entre otras cosas debía “defender los logros de la revolución y el legado de Chávez” y para dar directrices de “la gran explosión de propaganda” en el estado, objetivos ni intentados).  Y paro, a pesar de que tengo un rollo de la ignorancia supina (negligencia en aprender o inquirir lo que puede y debe saberse) de quienes componen la APC, para pasar a tocar la responsabilidad política de esta situación.
La responsabilidad política no recae sobre quienes nominalmente componen la comisión, que tienen derecho a ser todo lo ignaros que puedan, sino que reposa en quienes la nombraron y jamás la han sometido a evaluación seria, el PSUV-Mérida.  Y eso es inexplicable… a no ser que sea la tónica de todas las comisiones existentes en el partido, y entonces la falta de posición firme obedezca a la máxima latina de asinus asinum fricat, lo que no tengo que creer, por ignorar el funcionamiento de otras instancias del partido.
Lo último que se puede alegar es que se trata de una tarea muy difícil, vaina que no es verdad; sólo se necesita conocimientos y voluntad política.  Por tanto, si no saben lavar, no laven, pero presten la batea.  Quédense con sus cargos públicos, que esos no están en juego ni se les envidia, pero suelten los organismos políticos claves, para que no nos sigan dando palo en el estado.  Bajo su calamitosa dirección ya se perdió demasiado, pero queda aún mucho que salvar del legado de Chávez, que sólo les sirve para hacer gárgaras cada día.
Y ante escritos como este, sólo se hacen los desentendidos; son leídos y comentados, y dicen odiarnos por lo que decimos, pero les resbala por la baba burocrática que los impregna.
 


 








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martes, 23 de febrero de 2016





EVOLUCIÓN DE LOS PAISAJES AGRARIOS EN MÉRIDA



Este escrito, resumen con propósitos de esquema, elaborado con cierta premura y “de memoria”, tiene como objetivo proponer una discusión e intercambiar saberes, en el seno de reuniones sobre el "motor económico" que se están produciendo en diferentes ambienes.  En la medida en que se resuelva así, puede convertirse en conocimiento para quienes dentro de diversas disciplinas cumplen con el llamado estratégico para enfrentar la crisis dándole un revolcón al rentismo petrolero.


De lo que hay que hablar (razonablemente) cuando se viene a hablar de otra cosa:

Propuesta de discusión contra sabiduría encapsulada.
El gusto de los merideños por la historia.
La historia de etnólogos positivistas.
La defensa de la inocua historia “rosada”.
La historia made in ULA, la posición de la U ante el país  y la endogamia académica.
El hándicap de haber pertenecido a la Nueva Granada hasta casi el siglo XIX.
Los tiempos que corren y la urgencia del “relleno” histórico.
Improvisación y atrevimiento matan eficacia.
La utilidad o la inutilidad de la historia, o mejor, la historia como arma.

De la imposibilidad de aislar los temas históricos:

Este tema no puede ser tratado aisladamente; por lo menos es necesario estudiarlo junto a las relaciones de propiedad[1] y las de trabajo[2] que ellas pautan, estudio que nos conduce directamente al de las clases sociales; la tecnología aplicada, las características del mercado y el impacto ambiental.  Todo esto define el modo de producción y, completándolo con todas las instancias no económicas, tendremos la formación económico social, el panorama completo de la sociedad, la “formación cultural”.

De la entrada en materia:

Introducción inmediata de los productos del patrón de consumo europeo: trigo y otros cereales, leguminosas, cerdos, vacunos, caña de azúcar…
Sobre ellos y sus subproductos se fundamentó la economía exportadora inicial (harina, papelón, jamones…)
Los productos europeos y los americanos (maíz, turmas –papas, cucurbitáceas, leguminosas, crucíferas…) permitieron la suficiencia casi absoluta (salvo aceite, vino y otros productos por excepción) de toda la economía regional hasta el siglo XX.
Desde el tercer cuarto del XVII se interrumpió casi por completo la relación con mercados externos, aislamiento que duró hasta el último cuarto del XVIII, cuando recomenzó en función de subproductos del tabaco y la caña de azúcar.  La guerra de independencia significó un costo fatal para la economía, y la posterior recuperación, con los mismos productos tradicionales, fue lenta hasta mediados del siglo XIX, cuando irrumpió el café.
El mapa agrario de Mérida cubría una porción pequeña del político, y las producciones relacionadas con el mercado se resolvían en un porcentaje bajo del territorio; la mayor parte de la superficie no estaba cultivada ni usada económicamente, y en buena parte de la que sí, se practicaba economías de subsistencia, autárquicas, donde se producía todo lo que se necesitaba.
Las condiciones geográficas merideñas, la variedad de pisos climáticos presentes en su territorio, hacen posible la producción de una gama de productos muy amplia.
Para ir desmontando la historia tradicional (la que deforma o la que calla) tenemos que decir que Mérida no es una excepción en cuanto al origen de los alimentos de consumo interno: las unidades de producción mayores, producen para el mercado, para la exportación; las menores y el “conuco”, siempre han sido las responsables de la alimentación de la población.
La economía se estructura alrededor del producto de exportación, el que provee moneda a la economía.  Hay productos que están a su servicio directamente, aportando insumos o permitiendo el funcionamiento de las unidades de producción dedicadas a ellos; otros productos abastecen el mercado interno.  Hay que tener siempre presente la capacidad del producto exportador para dinamizar más o menos las áreas geográficas periféricas.
Aquí debemos introducir otro aspecto: los productos de exportación agropecuarios no se exportaban tal como se obtienen de la naturaleza, sino que necesitan un procesamiento previo.  Se exporta harina, no trigo; jamones, no cerdos en pie; chimó y tabaco ambirado, no hojas de tabaco; panela, papelón y melado, no caña de azúcar. No quiere decir que surgieran “industrias” procesadoras, sino que esas necesidades de transformación se resolvieron en las mismas unidades de producción, generalmente con una tecnología muy precaria.
Los bienes destinados a suplir necesidades distintas a la alimentación, salvo excepciones, se obtenían en la región bajo la forma de producción artesanal.  Vestuario (trajes, sombreros, calzado, complementos) mobiliario, enseres domésticos, aperos, materiales de construcción, bebidas alcohólicas…
Papel y libros, vidrio, metales, parte del vestuario, ciertas bebidas alcohólicas, joyas y otros artículos de lujo… se suplían por la importación, cuando había capacidad de compra.
El ambiente andino es excesivamente frágil, pero hasta el café no fue impactado severamente, pues no hubo presiones que provocaran deterioro sensible.  Siempre la exportación estuvo por debajo de la capacidad de producción, por lo que no había necesidad de incorporar áreas poco aptas (a excepción relativa del trigo); tampoco los sistemas agrícolas fueron intensivos ni la tecnología depredadora.  Se practicó la rotación de tierras, la fertilización con abonos era prácticamente desconocida y, en áreas extensas, el sistema de conuco prevaleció, con la racionalidad que conllevaba (el sistemático vilipendio de este sistema agrícola tiene otras razones).
Antes de llegar a la real (pero limitada) incorporación de la región al mercado mundial, y obligado por la necesidad de ir a grandes trancos, tenemos que dejar bien sentados algunos aspectos, así no podamos profundizar en ellos:
Por ninguna parte de la economía aparece nada a la que pudiéramos llamar “capitalismo” y la manera de producir es eminentemente precapitalista; lo son las formas de propiedad, las relaciones de trabajo, la tecnología…
La región era absolutamente suficiente en cuanto a la alimentación, lo que no quiere decir que no hubiese desnutrición y hasta hambre estacional en algunos sectores de la población.  Para completar el panorama de las carencias, afirmemos que la esperanza de vida era baja, la mortalidad infantil muy alta, así como lo era la morbilidad por ciertas enfermedades; el analfabetismo preponderante y hasta la asistencia religiosa en amplias áreas era escasa.  Estas carencias cobran sentido distinto cuando las comparamos con la mayoría de regiones del país en la misma época.
La sumisión de las clases dominadas, conformada históricamente por la práctica y la prédica religiosa de la resignación y el papel jerárquico del individuo en la sociedad, era total, lo que hacía posible la explotación sin manifestaciones externas “indeseables”; otras formas de resistencia que podían no ser interpretadas como tales, eran reprimidas según su gravedad.
La Iglesia era la encargada del control social, supliendo muchas de las atribuciones del Estado; igualmente, participaba en la vida económica, como propietaria y prestamista.

Del café para acá

Desde 1850 el café comenzó a extenderse por todas las zonas agroecológicamente favorables (con excepciones de tipo económico) llegando a rebasarlas.  Fue la fiebre del café, y sobre él se asentaron todas las esperanzas de que el crecimiento económico y fortalecimiento de clases conllevaran a la consolidación del Estado.
Los espacios que habían estado fuera del sistema económico, fueron integrados a la producción, hasta el punto de que las áreas que no se colonizaron con el café debieron esperar hasta nuevos influjos que emergieron en los años cincuenta del siglo XX.
Bajo la influencia del café, se fortalecieron las áreas de cultivos tradicionales, cuyas producciones se pusieron en función de este, o suplieron al mercado interno que el café ampliaba.
Si hacemos un corte en 1950, encontramos que ajenas a la economía del café sólo quedaban las tierras del Sur del Lago, además de áreas sin condiciones para el cultivo: condiciones de aridez, cotas superiores a los 4.000 msnm, bosques y selvas sin presión demográfica circundante, humedales…
El corte de 1950 es indispensable, porque la crisis del sector exportador agrícola se acentúa –había comenzado antes, y en adelante sería “otra cosa”.  La crisis “se sufría”, y en el imaginario social se consideraba “transitoria”; no se habían desencadenado los efectos ecológicos ni acentuado en demasía los sociales, pero se había destapado la emigración hacia las zonas petroleras, el centro del país y el Sur del Lago.
Durante al economía cafetalera, la región continuó siendo suficiente desde el punto de vista de la alimentación, pero disminuyó la participación de productos regionales para suplir otras necesidades al no poder competir las formas artesanales de producción con las industriales, y aumentar considerablemente la importación de bienes manufacturados.
Las relaciones de trabajo cambiaron: en el café apareció el salario, fenómeno extendido a otras escasas producciones.  En general, las relaciones de trabajo precapitalistas seguían muy fuertes, preponderando en amplias áreas del estado
La tecnología continuó siendo muy deficiente, salvo excepciones en algunas unidades de producción de café.
La incorporación del Sur del Lago comenzó en función del establecimiento de una ganadería extensiva y de bienes de subsistencia que apoyaban esa ganadería.  Se cumplió una vez que irrumpió la carretera Panamericana.
El cultivo del café continúo en declive, comenzando a disminuir la superficie cultivada, por cambio de cultivos o por abandono de plantaciones.  Comenzaron las plagas sistemáticas, la introducción de variedades distintas al arábiga, la falta de mano de obra para las tareas estacionales.  Así y todo, unos años repuntaba, para volver a caer es simas más profundas, hasta ponerse en evidencia la imposibilidad de reconstruir la economía cafetera.
La situación descrita era grave regionalmente, pero en escala nacional no, ya que la renta petrolera supeditó todas las producciones y la economía nacional dependía de los precios del petróleo y la cantidad exportada.  La renta petrolera “auxilió” directamente por primera vez a la economía agrícola, con un subsidio a los productores de café que se dio en 1935.
En el Sur del Lago, aparte de la economía ganadera predominante, comenzaron a surgir producciones con fuerza propia, como los plátanos, yuca, frutas, piscicultura, cacao, palma africana…
En el páramo, que había visto desaparecer su cultivo más importante, el trigo, por efecto de la importación de harina “del Norte”, posible por la capacidad de importación que el petróleo estableció, la crisis fue muy severa.  La papa, cultivo tradicional, fue remplazándolo bajo el impulso de la inmigración colombiana, con semillas importadas y el uso intensivo de fertilizantes.  Después vendría la diversificación de la producción, al irrumpir con intensidad la producción de hortalizas y verduras. Y la aparición de otras actividades como la truchicultura, la producción de champiñones, …
Los pueblos del Sur, que por su aislamiento se habían comportado como la región más suficiente, se transformó con la construcción de carreteras.  Entre otras particularidades, comenzó a incorporar café en el mercado en plena crisis del producto, y sufrió un proceso acelerado de disminución de rubros agropecuarios

Resumen transitorio

Históricamente en Mérida se han sucedido las siguientes economías:
·      Del trigo (1552-1630)
·      Del cacao (1620-1670)
·      Autárquica (1760-1870)
·      Del café (1860-1970)
·      Rentista petrolera (1960-    )

Durante las cuatro primeras, la región fue suficiente en todos los órdenes del consumo de alimentos, y durante las tres primeras también lo fue de casi todos los productos necesarios para la vida.


Para un segundo intercambio queda la explicación de la sucesión de las producciones y el inventario de los productos obtenidos históricamente, observando las razones de su desaparición, las posibilidades de recuperación y la necesidad de erradicación.  También un resumen del impacto ambiental y el mapa óptimo de extensión de una nueva economía.



[1] Una aproximación al tema lo he venido publicando en www.frontinoso2.blogspot.com en varias entregas,  Espero completarlas, corregirlas, agruparlas y colocarlas en la red; mientras tanto, en una próxima edición de este artículo colocaré los enlaces a todas las entregas.
[2] La historia del trabajo, a pesar de su importancia teórica, es un tema descuidado por la historiografía tradicional, y se remata con esquemas ajenos a la región.  Existen dos modalidades de trabajo cuyo estudio es urgente, el trabajo familiar, base de la “economía campesina”, y las formas de cooperación simple, las formas de intercambio de trabajo que históricamente se dieron y aún no han desaparecido por completo. 





ENLACE DE ESTE ARTÍCULO EN LaColmena

http://pedrogrima.blogspot.com/2016/03/evolucion-de-los-paisajes-agrarios-en.html

domingo, 21 de febrero de 2016



RELIGIOSIDAD POPULAR


El sábado 20 me topé en El Salado (municipio Campo Elías) con una "fiesta de San Benito" cuyas características únicas no me permitieron integrarla a otra de las numerosas formas de honrar en Mérida a San Benito de Palermo.  Como en todas estas manifestaciones de religiosidad popular, reinaban la alegría, el color y el ritmo de tambores; acompañaban al santo pobladores de todas las edades, garantía de que prevalecerán en el tiempo.

Comparto con ustedes las fotos que logré, en la seguridad de que serán apreciadas. 


















jueves, 18 de febrero de 2016


ATÓNITO Y ANONADADO

ANTE LA ESTUPIDEZ ENDÓGENA









He estado averiguando sobre la parálisis de la discusión (y de acción) en los organismos del partido y del pueblo organizado, y ayer recibí una respuesta que me dejó, como mi paisano ante el Karepakupai Vená, atónito y anonadado.  Resulta que “estamos esperando que bajen líneas del Tercer Congreso”.
¡Cuuuuuuño paisanos!  Se me vino a la cabeza que en 1810 Mérida no declaró la independencia de España, sino de Maracaibo, y no con el paquete liberal, sino con la escolástica; tanto así, que cuando, muerto Gómez, los pueblos del Sur se pusieron al alcance de los políticos, en los mítines de Copey podía oírse vivas a Fernando VII.  Esto no es del todo verdad, pero la chuscada se me vino a la cabeza ante las demostraciones de enajenación del partido, que no mueve una nalga hasta que se lo ordenan de Caracas.  Las campañas electorales jamás han sido permanentes –que buena falta hace, y comienzan cuando dan la largada en Caracas; las campañas coyunturales siempre son inspiración caraqueña, y ante problemas internos de importancia, no falta quien corra a meterse debajo de las faldas de alguien en la Capital.  Desde allí se apadrina incapacidad y sinvergüenzura, y los teléfonos inteligentes de todos siempre hay un número 0212, así como en las tabletas hay estampitas de los santos protectores caraqueños.
Lo regional, lo específico, los peos nuestros, ni se analizan ni se resuelven; se desconocen o se ignoran por fútiles, por supeditados, por poderse solucionar con la panacea nacional, con validez desde Amazonas y el Esequibo hasta los Altos Mirandinos.  Por eso el congelamiento de la discusión política que sufrimos –literalmente, con la ventaja de que cuando se reinicie, la nube del olvido habrá avanzado más, y hasta se nos olvide exigir cuentas a los responsables de tanta calamidad, y sobrevivan para conducirnos al siguiente despeñapendejos.
Si continúo, el castellano se me va a poner denso y caliente, como plomo derretido, por lo que corto aquí afirmando que más que fracaso económico, lo que tiene en pico de zamuro a  la revolución es el fracaso cultural y el comunicacional… lepras que campean en Mérida.  ¡Pura mengua, camaradas!
¿Y de paso, ¿qué será de la vida de Mervin Maldonado?  Quizá sea cierto lo que me dijo un amigo cercano al poder, de lenguaje llano y muy ocurrente, “ese es un pececito de colores en un tanque (sic) de tiburones” ¿Será?




  



 
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martes, 9 de febrero de 2016





¿ 
QUÉ HAY DETRÁS DEL

DOLCE FAR NIENTE

DE LA DIRECCIÓN DEL PSUV
 ?



¿Rial? ¿poder? ¿figuración? ¿reconocimiento? ¿asegurar cargo? ¿mala fe? ¿desidia? ¿bobera? ¿supervivencia? ¿apoyo mutuo? ¿desubicación?…  ¿Qué es lo que está detrás del empeño de funcionarios del PSUV con el culo mayor que las calzas, como decía mi nona Julia, de mantenerse en un cargo?  Y peor, ¿qué es lo que lleva a una estructura de partido a mantener a inútiles totales en cargos clave a pesar de que causan daño irreparable a los objetivos de la organización y al pueblo?  ¿Cómo explicar la complicidad y el espíritu de cuerpo de una institución responsable del destino político de un estado?  ¿Por qué no escarmientan y salen del agujero donde están metidos?  ¿Qué esperan?  ¿En verdad son un atajo de maulas? ¿Están construyendo frases lapidarias como las de Nerón, Luis XV, la sultana Aixa o Fidel, por no citar el we will come back del criminal Rómulo?  ¿Dónde se meterán –de no tener “ahorros” suficientes– cuando señoree el fascismo? ¿Están hipnotizados?  ¿Sufrieron alguna lesión nerviosa en el cerebro? ¿Es posible tanta idiotez?  ¿Realmente el poder atolondra tanto? 
Por ahora sólo pregunto e invito a mis amigos a reflexionar sobre esta rifa que nos sacamos en Mérida, para después emitir juicios.  We will come back.

 

domingo, 7 de febrero de 2016



 

 

EL REFINADO 1x10

NO SUSTITUYE ENCUESTA RAMPLONA





No hay nada más descorazonador que terminar afirmando “lo advertí”, “te lo dije”, porque eso resume un fracaso histórico que nos afecta a todos, pero el 28 de septiembre de 2015 escribí “Si fuese gobierno en Mérida encargaría una encuesta… y obraría en consecuencia” (http://frontinoso2.blogspot.com/2015/09/si-fuese-gobierno-en-merida-encargaria.html) sobre la obnubilación que sufre el poder para percibir la realidad verdadera, su explicación y consecuencias, a lo que ahora puedo agregar el remplazo de métodos de medición estadísticos comprobados, por otros defectuosos.  Y fue que la valoración social de la acción de gobierno y su proyección en la intención de voto se confió al 1x10, procedimiento que nació con plomo en las alas.
En esencia, el 1x10 está cercano a la perfección, y Chávez fue un genio.  En las entrañas de la comunidad, con el conocimiento que me da la cercanía familiar y social inmediata, el intercambio diario y luchas comunes, quien tenga un leve ascendente en el grupo conforma una lista de 10 personas que nos comprometemos a acudir a votar; esa lista se envía a un organismo de seguimiento, que elabora el panorama de la situación electoral de las unidades territoriales escogidas, y así, hasta una visión nacional pluscuamperfecta.  Pero esa excelencia fue menoscabada desde el comienzo por la sordidez propia de la organización partidista, que la convirtió en otra manifestación patrañera de poder.
Cuando se inició el 1x10 se repartieron planillas a granel y se solicitó llenarlas por obligación a empleados públicos, consejos comunales y bichos de uña.  Resultado, el relajo total: listas planas, inscripción de personas sin ser consultadas ni mostrar conformidad, residentes de otras comunidades, inclusión de la misma persona en varias listas… y todos quedaron bien, todos demostraron su condición de militantes disciplinados y se confirmó la fortaleza y eficiencia del partido.  Los posibles errores de procedimiento no importaban, porque las planillas se reorganizarían territorialmente y se cruzarían los datos para depurarlas… jejejé.  En las oportunidades sucesivas se organizó territorialmente y se exoneró a los empleados públicos de la obligación de llenarlas, pero se recurrió a planillas no actualizadas, y el afán de muchos por cumplir y demostralo, llevó a que utilizaran los datos dados en simulacros y reuniones, para incluirte en varias planillas, "sólo para recordarte acudir a votar", porque para cuantificación de posibles votantes los datos se cruzarían y se depurarían.  Otra vez, Jejejé. 
Sobre los datos “exactos” del 1x10, las “salas situacionales” apuntalaron el triunfalismo prevaleciente durante la campaña electoral, prescindiendo de las encuestas (¿qué fue de la vida de GISXXI?) recurso que sí supo utilizar la oposición.  Tengo mediciones que anticiparon exactamente los resultados, pero que eran puestas en duda por los mismos opositores, dado que los desconcertaba el exagerado optimismo del gobierno.

Difícil que en mis escritos apele a la anécdota, pero hoy no resisto recurrir a dos vivencias relacionadas con lo que acabo de exponer.  Pocos días antes del 6D me encontré con un amigo siempre enterado de los intríngulis del poder, y ante mi pesimismo sobre los resultados, me hizo un análisis perfecto del triunfo seguro, estado por estado y, en Mérida, circuito por circuito, razonamiento fundamentado esencialmente en los datos del 1x10 que recibían las salas situacionales.  No me convenció del todo, pero hasta repetí su análisis.  La otra: la tarde del 5 de diciembre me llamó un dirigente (en serio, dirigente) del partido para que le diera mis datos, los de mi familia y conocidos para elaborar un 1x10.  Le manifesté que ya estábamos incluidos en uno y yo quizá en dos por lo que le expliqué, pero insistía diciéndome que no importaba, porque era para llamarnos por teléfono para recordarnos votar y saber si lo habíamos hecho.  De nuevo le expliqué que en mi zona ya estábamos preparados, que no necesitábamos ese esfuerzo del partido para cumplir con lo obvio… me dejó a regañadientes con el único dato que le proporcioné, el teléfono de un vecino a quien prometió llamar.

Y  porque arriba toqué de refilón, aprovecho para exponer otro autoengaño que entorpece la percepción de la intención de voto, la coacción oficial a asistir a concentraciones y marchas.  Empleados públicos y beneficiarios de ciertos programas gubernamentales, son constreñidos a acudir a esos actos, controlados por caporales que, lista en mano, comprueban la asistencia.  Nada de convencimiento político y formación doctrinaria, sino coacción pura y simple, que en muchos casos provoca resquemor y contrariedad, y que no reflejan la intención de voto.  Y el colmo, en casos de concentraciones importantes, con aportes humanos del interior del estado, los así traídos se desparraman por bares y licorerías, perdiéndose hasta el esfuerzo económico para trasladarlos.
Amigos, nos seguimos viendo aquí, porque no está pasando nada, sólo nos está llevando mandinga y media revolución debe estar disfrutando las actividades de carnaval.



 
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viernes, 5 de febrero de 2016

No pasa nada...



NO PASA NADA, SÓLO NOS ESTÁ LLEVANDO MANDINGA


Me paseo por los “portales” donde “la izquierda” viene expresándose desde que Chávez nos entronizó semidioses destinados a criticar a diestra y siniestra, sin tener que asumir responsabilidad y, aún mejor, sin la obligación de arrejuntar teoría y praxis.  ¡El Olimpo se quedó pendejo! Es un espacio virtual bizarro (en la acepción “bizarra” que no se consigue en el DRAE) donde se dan todos los resabios mitológicos griegos y de no se cuántas sagas más.  Pero no es de los revolcones de los dioses, semidioses y humanos iniciados, origen de nuestra prosapia de críticos, de lo que quiero escribir, así como tampoco de la añoranza que provoca Antiescuálidos.com  Sólo quiero destacar una característica que traspasa mi percepción profesional de historiador, la intemporalidad presente en esos portales.

A no ser que apele a teorías del tiempo que niegan la forma de atribuir objetivamente un orden específico a lo que acontece, o al convencimiento del presente engañoso y la completa ilusión que es el paso del tiempo, la intemporalidad a que me refiero es mortal.  Hoy, presente, un día de febrero de 2016, en esos portales se está escribiendo exactamente lo mismitico que ayer, pasado, un día de noviembre de 2005, como si no hubiese “ocurrido” el 6 de diciembre.  Los críticos matavotos con intención (no creo en la inocencia de los intelectuales), lo siguen haciendo con fervor, sin apenas cambiar de argumentos; los críticos cortesanos, aupando la novedad como innovación; los que siempre han meado fuera del pote, empapando los entornos; y así, salvo las excepciones de los maravillosos que confirman la intemporalidad.


Se dirá que ese trance es virtual y como tal con influencia muy acotada; pero no, si bajamos a la realidad, la situación es horripilante.  La intemporalidad se manifiesta en el comportamiento semejante de los mismos funcionarios y dirigentes, que mantienen con esmero los canales de desagüe de votos, como si fuese la misión de sus vidas.  El 6 de diciembre sucedió, pero el siete ya estaba cayendo en el olvido, hasta ocupar ahora el cajón de la amnesia total, pero no volverán, Chávez vive la Patria sigue, rodilla en tierra, con el morral al hombro, lealtad ante todo, unión cívico-militar...
Y es que para esa fauna el tiempo ni siquiera avanza, sino que va de lado o retrocede, y pronto estarán sumidos en los nichos de orfandad, de desesperanza, de inutilidad, que nos tocó vivir a la izquierda durante las dos últimas décadas del puntofijismo; pronto y para siempre, o por lo menos durante los próximos doscientos años, cuando vuelva a despertar Bolívar… entonces, todos calvos.
¿Qué decirles? Probemos con ¡apártense!, permitan que los desesperados asalten gobierno y partido, no nos arrastren a ese averno que tienen bien merecido.  Recuerden, la historia será implacable y el pueblo escupirá sobre sus cenizas.


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