TAM QUERIDA... Y TAN MALTRATADA TATUY-TV
En eso de
titular, soy regular p´al tiempo. Antes
que ese juego de palabras, este
escrito tendría que haberse llamado “la
actitud del gobierno ante los medios. Y que
no me respondan con pajudeces sacadas del sobaco… para decirlo como el mal
hablado de mi tío Lucas Evangelista.”
Atónito y
anonadado por la incapacidad manifiesta de crear y mantener un medio revolucionario
(ojo, r e v o l u c i o n a r i o , no oficial) en el estado Mérida, a pesar de magníficas
intenciones y globos de ensayo, decidí estudiar comunicación social para
enterarme de qué capan a los comunicadores durante la carrera para que,
graduados, resuelvan poco y embrollen mucho.
Muy lejos del título, aún no me he enterado, pero allí voy, claridoso y
echando la verdad por delante, como nos recomendaba actuar el Gran Líder.
Hasta ahora me
había limitado a los medios escritos, y a sacar cuentas de cuántos periódicos
de barrio y pueblo se podrían hacer con el dadivoso financiamiento a los
pornográficos y fascistas periódicos merideños.
Alegría de tísico, cuando anunciaron las buenas intenciones (de esas que
usan para empedrar el camino al infierno, es decir, la revancha de la
burguesía) que volcaron sobre Mérida Ciudad.
Y como terrible realidad,
sufrimos el cómo se acercan las elecciones más cruciales de las habidas,
sin haber afinado un medio capaz de contrarrestar la mentira mediática y la
desinformación.
Pero con TATUY-TV
el colmo se atiborró. El caso sobrepasa
la intervención política regional, que tendría que haber aparecido
tempranamente como producto de entender, no que una televisora en las manos
adecuadas es un arma, sino el calibre de esa arma. Lo sobrepasa, porque directamente responsable
del apagón de TATUY-TV es el organismo Conatel, cuya mayor parte de vida ha ido
del tumbo al tambo, caminando como Chencha; lo sobrepasa, pero bien se pudo
resolver en la región porque hay con qué.
¿Cuánto se chupa
la TAM del presupuesto del estado Mérida?
¿Cómo se beneficia el pueblo merideño con los programas gubernamentales en
una televisora que no se ve ni en el palacio arzobispal, o que quienes la ven
son impermeables a cualquier lógica política, porque lo que buscan en ese medio
es alimento para su desquiciamiento vital, que el medio les prodiga de sobra? Financiar a TAM, Pico Bolívar, Frontera y una
sarta de emisoras mediocres, es un auto
suicidio, como bien dijese la mapanare de Rubio.
¿Cuánto tiempo más estará colgando TATUY-TV? Es una pregunta mal intencionada para Alexis y Conatel.
Y una vez superado el problema.... PA´LAS CABLERAS, que los merideños no lo merecemos.
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