... NO ARRIESGO NADA POR LA INSTITUCIÓN EJÉRCITO...
escribí el 4 de febrero (“¿Dónde está
mi chopo?”, en este blog, entrada de ese día), antes del frustrado intento de
unos militares de armar una sampablera para provocar un nivel de caos que
propiciara el derrocamiento del gobierno.
No vengo a decir que debí escribir militares y no ejército, ¡no! En lo que no creo es en la “institución
armada”, salvo la reserva temporal que hice con la actual FANB. Y es que el ejército, “cuadra” la cabeza de
sus integrantes, con eso de las jerarquías rígidas y las diversas formas que
adquieren el espíritu de cuerpo y la obediencia debida.
Hay una explicación histórica para el
hecho de que nuestro ejército no sea oligárquico, como la mayoría de los
latinoamericanos, y que, por su origen de clase, fue campo fértil para el
mensaje patriota de Chávez. Pero el
Líder no vivió lo suficiente para cambiar fundamentalmente la institución a la
que se debió y conocía a la perfección; es más, no tuvo tiempo ni para
desestructurar uno de sus componentes, esencialmente minado por la corrupción,
sin cura ni remedio, fenómeno irreversible bien conocido por él. La nueva doctrina militar que guía la razón
de ser de la FANB, cabalga sobre la antigua, basadas en el privilegio social
obtenido en una de las pocas instituciones que permiten la movilidad social y
la identificación con las clases sociales dominantes y su manera de usufructuar
el País.
El ejército cambiaba más hacia el
exterior que en sus entrañas; nunca dejó de ser bombardeado por el mensaje de
las clases dominantes y sus patrones extranjeros, eficaz sobre seres
ideologizados, y el grupo de oficiales patriotas, comprometidos con la
construcción del socialismo, persuadidos de la unión cívico-militar y la guerra
asimétrica para defender nuestros recursos, no podrá detener a mediano plazo
los corrosivos efectos de la prédica capitalista. El respiro que tendremos (ojalá y prolongado)
se debe a la existencia de oficiales patriotas y al muy bien implantado sistema
de inteligencia.
Los complotados del momento demostraron
una necedad lindante con la estupidez total, perfectamente coherente con el
comportamiento histórico de la oposición fascista. Identificados, se les permitió actuar hasta
el momento de comenzar a ser un peligro real, actitud sabia por eso de que
mientras más tarde, más datos y mejor momento político. Igual torpeza mostró el entorno político,
nacional y extranjero; eso de las “visas exprés” y el documento de la “transición”
adelantado en la red , los deja muy mal parados. Pero eso es anécdota; lo importante es que la
“institución” seguirá pariendo oficiales felones, y que ante ejército burgués la
única contra es pueblo armado…. De ahí la vigencia de “¿Dónde está mi chopo?”.
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