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miércoles, 13 de diciembre de 2023

 DESCOLONIZACIÓN O ABISMO POLÍTICO


    En Mérida ha transcurrido la mayor parte de mi vida y mi cariño por la ciudad se ha convertido en pasión.  En 1954 me internaron en uno de sus colegios y desde ese momento no me he perdido nada de su acontecer.  La ciudad ha sido objeto de mi curiosidad, mi investigación y mi trabajo; aquí me formé académica, doctrinaria y políticamente y he tratado de retribuirle lo posible mediante mi investigación y defensa a todo trance.  Puedo demostrar que no es nada nuevo la actitud crítica que en este momento estoy ejerciendo, como tampoco lo es mi defensa decidida del proceso que inició Hugo Chávez.

    

En la época preinformática mi canal de expresión fue la prensa escrita; ahora, los canales son las redes sociales y otros instrumentos virtuales.  Así, he desfilado por los portales de antiescuálidos y aporrea (https://www.aporrea.org/autores/fermin.osorio), y por las redes sociales tuiter (https://twitter.com/FrontinOso), feisbuc (https://www.facebook.com/HistoriaParaFundamentar?ref=aymt_homepage_panel) instagram, guasap y, sobre todo, por este blog, Historia para fundamentar… y subvertir (http://frontinoso2.blogspot.com), mi principal centro de acción desde hace poco más de once años.  Asumo la total responsabilidad de todas las opiniones emitidas con mi firma (también de las publicadas bajo seudónimo en los portales indicados) actitud que seguiré practicando.

    

Los temas de mis críticas las puedo resumir en las contradicciones doctrinarias y las afecciones a la credibilidad de funcionarios de todas las jerarquías, encajándolas en el objetivo socialismo y la multiplicidad de derechos del pueblo. 


    A lo expuesto aquí remitiré cada vez que me acusen de torvas intenciones, en lugar de refutar con argumentos mis escritos.


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    Tuve la intención de llamar este escrito <<Por favor, atajen al desubicado>>, pero la atemperé con el título expuesto.  Y es que en el gobierno regional y municipal están siendo muy frecuentes intervenciones que chocan con aspectos esenciales de varias áreas de la administración.  He expuesto varias y continuaré haciéndolo, a pesar de que mis observaciones, producto social de pareceres percibidos, no han producido ni la más leve reacción de parte de los organismos perpetradores, recibiendo solo desprecio y sordera política total… pasaba lo mismo con los gobiernos de oposición cuando fueron objeto de mis críticas semejantes.


    Kitsch es el término acuñado para calificar obras artísticas y decorativas que rayan en lo cursi, en lo ridículo, generalmente provenientes de la industria cultural con capacidad de colonización cultural (relean a Teodoro Adorno).  Y eso, kitsch son los cascanueces de Navidad colocados en la plaza Bolívar de Mérida y flanqueando la entrada de la gobernación.  Kitsch y, seguramente, costosos(*).


    ¿Tienen algo que ver estas figuras esperpénticas con la tradición navideña venezolana a merideña? ¿No es una manifestación, de colonización cultural… ademas de pésimo gusto?  ¿No se trata de un gasto dispendioso y hasta escandaloso? (Traigo al caso la gravedad del <<escándalo>> en el cristianismo, dada la militancia religiosa de nuestros gobernantes) ¿Está la masa para bollos?  ¿Se agotaron las necesidades urgentes del pueblo merideño?  ¿Alguien se está beneficiando indebidamente con la ejecución de esas obras? Y… ¿a alguien le parece bonito?  ¡Mérida no se merece eso! ¡Paren al desubicado responsable!


 


(*)   En MercadoLibre (https://listado.mercadolibre.com.ve/figuras-cascanueces), los equivalentes a los colocados en la plaza, pero de sólo 25 c. de altura, cuestan entre 25 y 50 dólares.  En Amazon (https://www.amazon.com.mx/YRK-decoraci%C3%B3n-cascanueces-escaparate-comercial/dp/B09G75KTTV?th=1) los de 120 c. más de 4000 (¡CUATRO MIL!) dólares.  ¿Cuánto se despilfarraría en los de Mérida?




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