HISTORIA PARA FUNDAMENTAR

 

 

Corridas de toros, el HUMANISMO y la ÉTICA por delante

Asistimos a un nuevo hito en la lucha contra la conversión en espectáculo de la tortura a los animales.   Es lamentable que a pesar de que esta manifestación de humanismo cala hondo, la asistencia a la marcha programada no fue muy numerosa.  Destaca la juventud de quienes atendieron a la llamada, el entusiasmo con que propagan el mensaje y la fortaleza de su convicción.

Es incomprensible que a quince años de estar ejerciendo el poder un gobierno que reivindica el humanismo como base de su acción,  se haya avanzado muy poco en el combate contra aberraciones más propias de etapas anteriores, de precario desarrollo político-doctrinario.  En el caso concreto de Mérida, se perdió la posibilidad de convertir al estado en territorio libre de tortura animal, decisión que pudo haberse plasmado en una reciente reforma constitucional que terminó siendo en todo ambigua e intrascendente.  Ante esto, reiteramos que la  Revolución está en lontananza, por la servidumbre a la “ideología merideña” de los dirigentes políticos chavistas, y la imposibilidad que esto representa de colocar frente a los actos los principios humanistas y éticos en su integridad no fraccionable.

Las corridas de toros son un negocio de pocos, pero las decisiones definitivas las toman las “autoridades”; en palabras llanas, son los gobernantes quienes las cabronean, sin evaluar el daño moral, económico y social que afecta a la sociedad que, teóricamente, cogobiernan.  Sacrifican el humanismo y la ética a cambio de nada, por la permanencia de una aberración histórica; entregan el compromiso doctrinario del respeto a todas las formas de vida, ante una mentira rodante que fácilmente puede ser desestructurada.  Son incapaces de parir ideas para convertir la herencia nefasta de unas ferias denigrantes, basadas en espectáculos insanos y alcoholismo, en un período de esparcimiento popular que signifique crecimiento cultural y económico para el estado. 

Si bien por razones fuera de lógica y ponderación, recordemos que en 2014 no hubo corridas y no sucedió nada; es decir, ese espectáculo cruel es prescindible, y los afectados sólo serían media docena de ricachones mafiosos que pervierten una sociedad con la complicidad de sus gobernantes.  Grave, muy grave, cuando, repetimos, esos  gobernantes se deben a circunstancias históricas que requieren modificaciones de conducta radicales para acompasar el andar de la sociedad hacia el Socialismo.

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Hoy, 8 de febrero apareció en aporea la noticia del enlace, que publiqué en mi feisbuc así:

@contracorridas ¿SERÁ POSIBLE TANTA JUSTICIA?
Preparan anteproyecto de ley para prohibir la corrida de toros
http://aporrea.org/actualidad/n264918.html