AL GOBIERNO REGIONAL LE ESTÁN PREPARANDO EL VELORIO...
y no temo a los agoreros de la MUD, sino a la tropa que lo defiende
Con bombos y
platillos se lanzó Chuy Copei como candidato a la gobernación de Mérida. Sucedió el jueves en la noche, en el hotel
Caribay, con asistencia de tout-Mérida
y alrededores, con sonido y eco. Pegó
primero, pegó dos veces, en pleno rostro de la MUD como tal, sobre todo de PJ,
con la atenuante de la declaración explícita de que se mediría en primarias,
“de haberlas”. Es una candidatura hecha
sobre los rescoldos políticos de los dos períodos como gobernador y uno como
alcalde; asistieron funcionarios y cercanos de esos gobiernos, constructores,
comerciantes, ganaderos, periodistas muy sonrientes y animados, nadie sabe aún
por qué, y unos cuantos pelabolas arroceros.
Sumada esta
hazaña a las declaraciones permanentes de VP –que viene planteando el
revocatorio desde mucho antes del 6-D, a la campaña furtiva del alcalde y al
ambiente derrocador de la AN, no dudamos de la intentona legal para apoderarse
de la gobernación… vienen a por Alexis, como dicen los españoles. Pero, para terror de muchos, no se dan cuenta
–vaina a todas luces inverosímil– se están los policías de Valera, o se creen
invencibles. Pero cuando uno observa los
oficiales de la tropa que comandarán la recluta, recuerda los de las peoneras del
XIX y su doctrina militar, y cae en cuenta de que las tres conductas frente al
peligro son aplicables. ¡Vaina!
Como punto de
partida para evaluar la situación real, hay que desarmar las famosas salas
situacionales alimentadas con 1 x 10 y otros trucos viciosos, y encargar una
encuesta con todas las de ley. Estoy
seguro de que el resultado será un carajazo terrible, que, quizá, haga
reaccionar, y la reacción no puede ser otra que la de degradar a los oficiales
de pacotilla, perdedores de mil batallas, y encargar la dirección de la guerra
a estrategas que demuestren saber de defensa comunal cerrada y se encomienden a san Sun Tzu. ¡Pa´luego es tarde!
CODA
O se ataca con
decisión los desórdenes actuales, se detiene y juzga a los cabecillas y
participantes, o pronto tendremos otra oleada de guarimbas.
Palabra más,
palabra menos, lo escribí en este mismo blog, cuando los desórdenes que
antecedieron las guarimbas que debimos soportar durante más de tres meses.
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