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jueves, 15 de agosto de 2013









Programa de gestión es compromiso revolucionario ante el Pueblo, María.





Reiteramos que Mérida es laboratorio opositor para ensayar y medir el efecto de medidas desestabilizadoras.  A esta altura del año está muy lejos de haberse solucionado el problema del des-abastecimiento inducido, que aquí se sintió con mayor rigor que en otras regiones del país.  Como no se ha remediado, se morderá la cola con el que irremediablemente se producirá para entorpecer las elecciones de diciembre, porque la oposición sabe que la dificultad extrema para conseguir los productos de primera necesidad es la principal generadora de descontento entre los sectores populares, disgusto que se traduce en apatía electoral.

Ya los funcionarios del Ministerio de Alimentación (encabezado por un “chavista” quien afirma que el patrimonio del Estado no puede ser manejado por “trabajadores”) y de Indepabis (mejor conducido, pero cercado) verán cómo solucionar a los merideños lo que aún supone una absurda inversión de tiempo y molesto deambular para obtener, cuando no se quieren adquirir a precios de atraco o simplemente no hay, leche en todas sus presentaciones, harina de maíz y de trigo, mantequilla, arroz regulado (sobra el “saborizado”), cortes de carne regulados, pollo, huevos, papel higiénico y otros artículos de aseo personal, etc. Y verán cómo corrigen el pésimo funcionamiento del Bicentenario, pedevales y mercales.  El gobierno regional debe exigirles seriamente soluciones al desbarajuste, porque de la eficacia en el control de suministros y precios cuelgan muchos votos de María Alejandra.

Y no más sobre des-abastecimiento y precios, porque es hacer llover sobre mojado, como lo demuestran varios artículos en este portal, con la suerte de que aporrea lleva relación de lo publicado por autor y la consulta se hace muy fácil.  Antes de caer en “lo de hoy”, tocaré de pasada dos aspectos más, seguridad e impunidad:

Hasta antes de que el problema de la seguridad trascendiera la gravedad ética y social y se convirtiera en tema político de oposición al gobierno, la clase dominante y los sectores sociales que perciben como ellos y se identifican con sus intereses (las llamadas clases medias) apoyaban la represión indiscriminada, los operativos genocidas y hasta el enfrentamiento entre delincuentes, el “ajuste de cuentas” con que se resolvía un alto índice de los muertos violentamente.  En fin, el resultado eran “menos malandros” y se consideraban vengados de la delincuencia que los afectaba cuando eran abatidos.  Ahora llevan tramposas cuentas de los fallecidos y casi los promueven a los altares de su ideología; es más, le interesa que la violencia social subsista y no apoyan a las medidas gubernamentales para erradicarla, porque saben que su persistencia “deteriora” al gobierno.

Pero lo anterior no justifica el crecimiento de los actos delictivos en el estado, ni solapa la necesidad de combatirlos con todo el poder del Estado, y como se ha demostrado en otros estados del país, la mejor medida es supeditar la seguridad a los planes nacionales de seguridad.  Pues a solicitarlo, gobernador.

El último aspecto, el de la impunidad, sabiendo que muchos votos han fallecido en Mérida por la absoluta impunidad ante la corrupción que ha imperado en el seno de las gestiones chavistas.  Mucha corrupción pública y notoria, mal escondida, de todas las modalidades, y ni un chino preso.  Pocas denuncias hechas, pero todas engavetadas, todas cabroniadas por fiscales y jueces prevaricadores.  La corrupción para el socialismo es como el pecado del escándalo para el cristianismo, es la falta que no tiene confesión, que no tiene perdón: más vale que se aten una piedra de molino y se arrojen al mar, sentenció Jesús.  El día que se logre llevar a San Juan a funcionarios merideños corruptos, ese día se recuperarán votos para la Revolución.

Con el compendio obligado de los tres problemas expuestos, pasamos María Alejandra, al problema capital, a tu Programa para el municipio.  Fácil o difícil, Alejandra; fácil, si como hicieron los militantes a postularse en la época cuando se planteó otra modalidad de selección de candidatos, gobernarían en “el marco del Programa de la Patria 2013-2019”, salida por la tangente que no llegaba a plantear maneras concretas de municipalizar ese magno programa revolucionario, guía de este y gobiernos sucesivos, porque trasciende el tiempo y contempla los problemas hasta la escala planetaria.

Claro que tu programa debe estar en ese soberbio marco, pero debe detallarse en todos y cada uno de los problemas con que el capitalismo ahogó a la ciudad de Mérida, planteando soluciones sociales, válidas, posibles y aplicables.  Es tu instrumento fundamental, el núcleo de tu campaña, que el resto la hará la reorientación de la gestión regional, el partido impartidor de las estrategias nacionales, la maquinaria socialista que da el todo cuando se le exige.  En él se basa tu gestión municipal, el campo de acción de la Cámara Municipal y del Consejo Local de Planificación Pública.
La claridad con que se plantee problemas y soluciones se convertirá en la única posibilidad de atraer los sectores opositores que más sufren el caos en que ha estado sumida la ciudad, un caos que parece inexpugnable, sobreviviente a y fortalecido en todas las administraciones municipales.  Elaborado con sabiduría, expresado con seguridad y credibilidad, difundido masivamente, explicado hasta sus últimos detalles, de manera que ningún habitante de Mérida quede sin conocerlo, leerlo, estudiarlo.  Que los habitantes del centro de a ciudad queden convencidos de que serás capaz de ponerle el cascabel al gato y que la agonía de Mérida puede remitir.

Y es que los merideños están hartos, pero la interpretación de la pésima calidad de vida se hace con instrumentos ideologizados, que jamás pueden brindar soluciones.  De ahí la gravedad creciente y el fracaso de los alcaldes.

En tu Programa quedarían planteados principios de una concepción socialista de la administración municipal, del turismo, del buen vivir, de la convivencia ciudadana, de los derechos y deberes de los habitantes del municipio…  Y la base instrumental para aplicarlo existe, las ordenanzas, la legislación municipal; sólo necesita de una revisión y adecuación profundas a la cuantía y tamaño de los males a extirpar. 

Sin ponderar y lejos de agotarlos, hacemos una lista de problemas a los que debes vencer, con soluciones audaces que presentarás en tu Programa, es decir, en tu real compromiso con el pueblo: coordinación con la Cámara Municipal y el Consejo Local de Planificación Pública, distribución equitativa del presupuesto, jerarquización de problemas, criterios para la selección del equipo, preservación del ambiente, planificación urbana, catastro de tierras urbanas, permisos de construcción, disposición de desechos solidos, tráfico, transporte, comercio formal e informal, contaminación sónica, ornato, mantenimiento de vías, parques, plazas, zonas verdes… patrimonio cultural e histórico, pacto de eficiencia con entes autónomos, nacionales y regionales con atribuciones en la ciudad (aguas, electricidad, teléfonos, internet…), política impositiva, miseria e indigencia, seguridad, erradicación del "pan y circo" y los espectáculos sangrientos y sádicos…  ¿Ayuda para esto? ¡Solicítala!

Igualmente, debes deshacerte de atribuciones con sentido cuando se establecieron, pero que dejaron de tenerlo.  El mejor ejemplo de ello, las escuelas dependientes del municipio, que deben ser entregadas al MPPPE, de quien deben depender para que todo vaya mejor. 

Bueno María Alejandra, la responsabilidad que asumiste es inmensa, pero todos creemos que con la campaña adecuada y al lado del pueblo podrás vencer el karma de los gobiernos municipales burgueses que han asolado la ciudad.  Aquí estamos para lo que decidas ordenar.





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